Liga Reumatolóxica Galega y Escola Galega de Saúde para Cidadáns organizaron ayer en el Auditorio de Vilagarcía una conferencia sobre enfermedades reumatológica. Las ponentes fueron la doctora Susana Romero Yuste y la psicóloga de la Liga, Vanessa Blanco. Ambas trataron diferentes aspectos de la enfermedad, poniendo el acento en la importancia de la rápida detección de este mal y en seguir un correcto tratamiento médico y psicológico, cuando este sea necesario.

Susana Romero explicó las diferentes patologías reumáticas (no inflamatorias, inflamatorias y del hueso), destacando la "importancia de una vida saludable. La herencia genética está detrás de estas enfermedades, pero necesitan un contexto determinado para desencadenarse. Factores como el tabaco, principalmente, una dieta inadecuada o un mal control de enfermedades cardiovasculares son los que más afectan".

Inflamación y dolor articular son los síntomas más claros de que algo va mal. "La detección a tiempo es decisiva. Si se trata bien, la enfermedad puede controlarse y retrocede, evitando así daños y deformaciones permanentes".

La doctora Romero -reumatóloga en el Complejo Hospitalario de Pontevedra- también hizo referencia en Vilagarcía a los novedosos tratamientos biológicos, indicados para las enfermedades reumáticas inflamatorias y autoinmunes. "Si fallan los tratamientos tradicionales (Fames), estos fármacos obtenidos por ingeniería genéticas sirven para frenar el daño estructural. Son medicinas dirigidas sobre moléculas muy concretas de la cascada inflamatoria".

Estas explicaciones sirvieron para conocer la faceta de la salud física de los enfermos de reúma, pero se complementaron con las aportaciones de Vanessa Blanco, que se centró en el daño psicológico que sufren muchos enfermos.

"El reúma es una enfermedad de riesgo porque genera un estrés añadido al paciente en una sociedad en la que este ya abunda. El dolor, las limitaciones de movilidad, el trabajo, saber que se trata de una enfermedad crónica, son cosas que perjudican a la salud mental de estas personas", relató la psicóloga.

"Seguir un tratamiento es decisivo. Es bueno practicar ejercicio moderado y tener unos hábitos alimenticios saludables para evitar el sobrepeso", afirma. "Las terapias cognitivo-conductuales funcionan bien, sirviendo para controlar el riesgo de estrés. Los pacientes aprenden a pensar de forma objetiva y realista". Vanessa Blanco dice que "aunque son terapias relativamente recientes, vemos resultados positivos y sin efectos secundarios".