La situación de la economía familiar de los vilagarcianos dista mucho de mejorar, pese al optimismo mostrado por los indicadores macroeconómicos de los últimos meses. Buena muestra de ello es que el Concello arousano ya ha tramitado en lo que va de año casi tantas ayudas de emergencia -o sea, de casos de extrema necesidad- como en todo el año anterior. Si en 2013 las ayudas alcanzaron la preocupante cifra de 382 (casi el doble que un año antes), hasta el día de ayer ya se habían gestionado 346 de estas solicitudes en el departamento de Servicios Sociales. La mayoría de estas peticiones de ayuda son realizadas por familias con menores a su cargo.

La concejala del ramo, la popular Elena Suárez, admite que la situación lejos de mejorar continúa agravándose, pero llama a la "tranquilidad", asegurando que el Concello hará frente a todos los casos que deba acometer. "Si hace falta aumentar la partida de ayudas de emergencia se hará", exclama.

En 2013 este presupuesto municipal era de 100.000 euros, pero fue necesario aprobar una ampliación de 70.000 euros, dedicándose al final más de 160.000 para ayudas económicas a las familias más necesitadas. "Buscamos el dinero en otras partidas y este año, llegado el caso, haríamos lo mismo", ratifica la edil.

El Concello tramita tres tipos de ayudas de emergencia, todas destinadas a familias con escasos o nulos recursos económicos. Las que más han aumentado en estos cinco meses y medio son las solicitudes de ayuda de pago único; enfocadas a pagar recibos del alquiler de la vivienda, la luz, el agua o el gas. En todo 2013 las familias vilagarcianas reclamaron 202 de estas ayudas a Servicios Sociales, y en lo que va de año ya suman 193.

Los números indican que este ejercicio el incremento de solicitudes puede ser tan exponencial como el del pasado, cuando se pasó de 211 (de los tres tipos) en 2012 a los 382 casos ya señalados en 2013.

¿Está el departamento de Servicios Sociales preparado para algo así, más allá de tener asegurada una partida económica? Elena Suárez afirma que "a día de hoy hemos conseguido eliminar las listas de espera para las solicitudes de emergencia. Las personas que vienen por ese motivo son atendidas inmediatamente".

El área que dirige se ha ido adaptando -según explica la concejala- a esta avalancha de casos y, por ello, actualmente el departamento cuenta con 11 empleados, seis de los cuales son trabajadores sociales.

Atención a los menores

También cuenta con una sección de Educación Familiar pensada exclusivamente para la ayuda y asesoramiento a las familias cuyos hijos corren riesgos de exclusión de algún tipo. "Nos coordinamos con los colegios e institutos de Vilagarcía, que son los que nos derivan todos los casos, desde los relacionados con el absentismo escolar, pasando por problemas de higiene, hasta los más graves, relacionados con malos tratos y acoso".

Las dos personas que se encargan de este departamento se ponen en contacto con los tutores de los menores en riesgo de exclusión y analizan con ellos la situación, para así trazar una serie de directrices que puedan ayudarles a mejorar la situación. "Realizamos un seguimiento completo hasta que el problema desaparece o los jóvenes cumplen la mayoría de edad".

En los casos más serios, en los que median denuncias, por ejemplo de malos tratos, el Concello también trabaja con los padres, independientemente de la vía judicial que se ponga en marcha, ya que su papel es exclusivamente de mediador.

"No apreciamos que hayan aumentado los casos de menores con problemas de integración ni de ninguna casuística concreta" ahora que la crisis parece hacer todavía más mella en las familias. "Tampoco hay un centro educativo en los que los indicadores sean peores. Colegios e institutos colaboran muy estrechamente con nosotros", incide la concejala.

Ayudas alimenticias

Los otros módulos de ayudas de emergencia, además del de pagos únicos, son los de ayudas de lactancia y las alimenticias. Estos dos muestran unas cifras, más estables respecto a ejercicios precedentes.

En lo relativo a las ayudas infantiles, el tope se registró el pasado año, con 57 solicitudes. En este van tramitadas 18. Elena Suárez cree que este descenso podría deberse a que también nacen menos niños en Vilagarcía, pues se trata de ayudas específicas para que las familias adquieran pañales o leche de continuación. En 2011 se tramitaron 30 de estas ayudas y en 2012 fueron 41.

Por último, las ayudas alimenticias, en las que el Concello otorga a las familias una cantidad económica para que compren productos de alimentación, se sitúan en el presente curso -hasta ayer- en las 147 tramitaciones. En 2013 fueron un total de 277. Aunque el dato del pasado ejercicio es significativamente mayor (eso sí, un período de 12 meses), los trámites de este año ya superan a los de 2011, con solo 84, o 2012, con 115.

El gobierno local ha optado en los últimos meses por prorrogar las ayudas de este tipo, que oscilan entre los 75 y los 150 euros al mes por familia y que, en base a la ordenanza vigente, tienen una duración de solo tres meses. "Ahora cubrimos casi todo el año, ya que las prorrogamos uno o dos trimestres más".

Suárez Sarmiento descarta una reforma de la ordenanza que rige las ayudas de emergencia, que data del anterior mandato (2009), ya que considera que "hasta ahora ha funcionado perfectamente".