"La culpa de todos los problemas del sector hostelero de Vilagarcía la tiene el Concello. Tanto este gobierno como el anterior conceden licencias de apertura falsas y Fole solo habla con Ahituvi, que representa a 32 de más de 200 locales. El resto parece que no existimos", se queja C.L.R., propietario de un conocido local de ocio de la ciudad, que encabeza a un grupo de hosteleros que estudian la creación de una asociación independiente de la presidida por Roberto Gerpe que solo defienda los intereses de los locales de ocio nocturno.

Este hostelero también critica que el alcalde "nos obligara a todos los dueños a presentar un escrito para regularizar nuestras terrazas y meses después todavía no nos haya dicho nada". "Si permiten que algunos incumplan las normas, los demás acabarán haciéndolo también, porque no compensa ser legal", protesta.

Esta misma observación la utiliza para criticar a los locales con denominaciones que no se ajustan a la explotación real de los mismos y que, cabe especificar, el Concello es quien otorga las licencias. "Hay cafés que abren en horario de bar especial, cosa que no pueden hacer, pubs que se definen como tablaos flamencos para abrir hasta las seis de la mañana y que, por supuesto, no tienen ni escenario ni camerino, como es obligatorio".

C.L.R. asegura que "a comienzos de año nos llamaron a una reunión de hosteleros en la que supuestamente iba a haber alguien del gobierno local, pero no apareció. Ese día los dueños de bares especiales y pubs le dijimos a la directiva de Ahituvi que debían exigir cumplir las normas a sus miembros y nos contestaron que eso obligaría a cerrar el 70% de los negocios de la ciudad".

Fue entonces cuando él y sus compañeros de sector decidieron poner en marcha la idea de una nueva asociación específica. Enviaron un escrito a Fole para pedirle una reunión y solicitar el permiso del Concello para iniciar su andadura. "Llevamos tres meses esperando por su respuesta".

C.L.R. también se queja a Ravella de que en su día emitiese el bando para normalizar las terrazas "y solo lo colgase en la web municipal. A nosotros no nos lo envió".

Más problemático resulta el exceso de decibelios. "A mí me precintan un limitador y me obligan a colocar doble puerta. Otros ponen música y viven de eso cuando no les está permitido. La Policía Local pasa por O Castro o A Baldosa, pero nunca se deja ver por la TIR".