Un edificio en estado ruinoso preside la plaza de O Castro. El propietario acumula cerca de 60.000 euros en multas sin pagar por no tomar medidas que garanticen la seguridad de los viandantes. De hecho, el callejón que une la plaza con A Peixería está cortado para evitar que nuevos desprendimientos puedan dañar a personas. Este inmueble en completo estado de abandono afea la actuación que está a punto de arrancar en el casco antiguo de Vilagarcía, pues O Castro no ofrecerá su mejor imagen hasta que se actúe sobre la edificación ruinosa. El alcalde, Tomás Fole, está a la espera de mantener una reunión con el dueño para buscar una solución a esta situación lo antes posible. Su intención es que el propietario pueda desplazarse a Vilagarcía.