El Concello de O Grove va a disponer en verano, por segundo año consecutivo, de dos playas especialmente indicadas para que puedan bañarse y jugar los perros sin que nadie pueda sentirse amenazado o molesto por su presencia.

De este modo se quiere que los canes puedan disponer de un espacio en el que divertirse y zambullirse en el mar, permitiendo así que sus dueños puedan disfrutar también de la playa sin verse limitados por las prohibiciones habituales en aquellas que obtuvieron Bandera Azul y sin recibir los reproches de los usuarios que no quieren compartir el mismo espacio con los animales.

Estas dos playas, cabe recordar, se sitúan en el entorno de la batería militar de Con Negro y a los pies del paseo marítimo que conduce hasta ella desde el puerto de Pedras Negras.

Van a estar bien señalizadas y provistas de carteles en los que también se introducen recomendaciones para los dueños de las mascotas como por ejemplo "no soltar perros si sus propietarios no están seguros de poder controlarlos; vigilar a los animales, evitando molestias a terceros; asumir responsabilidades, en caso de daños; y, por supuesto, recoger los excrementos".

Dicho esto, en el gobierno tripartito de O Grove reiteran que las playas para perros constituyen un servicio válido para que los grovenses puedan disfrutar con sus mascotas, al tiempo que se considera un aliciente añadido para atraer a turistas, ya que hay muchas personas que se desplazan en sus vacaciones en función de las facilidades y servicios que puedan encontrar para tener a sus animales bien cuidados.

Así las cosas, uno de los objetivos que se marcan con estas zonas aptas para el baño de perros es "diversificar la oferta para atender la creciente demanda ciudadana, ya que cada vez son más las personas que quieren viajar con sus perros o que quieren tener derecho a bañarlos y a jugar con ellos en la arena".

De este modo lo que se consigue también es "centralizar toda la presencia canina en dos arenales acotados al efecto, con lo que se reducen las molestias en los demás".

Al hilo de esto, hay que indicar que responsables de la Red Natura 2000 pusieron "algunas pegas" por la existencia de estas dos playas caninas próximas a una zona protegida y arbolada, alegando que los canes pueden invadirla y causar daños. La respuesta que se les dio desde la concejalía de Medio Ambiente, dirigida por Alfredo Bea, es que mejor será que los perros usen dos playas en concreto que tenerlos desperdigados por todas.