La seguridad en el muelle de Vilanova está en entredicho. Los constantes robos que se han registrado en los últimos meses en la dársena han creado un serio clima de inseguridad entre los armadores que entienden que Portos de Galicia debe tomar medidas de forma inmediata.

Entre los más indignados por lo que está ocurriendo se encuentra la patrona mayor de Vilanova de Arousa, Evangelina Lago, que ayer explicaba que el último robo ocurrió la pasada semana, cuando los cacos "se llevaron la gasolina de los tanques de dos o tres embarcaciones, y no se llevaron más porque el resto lo tenían vacío".

Ni las cámaras ni las luces han conseguido disuadir a los responsables de los constantes robos sufridos en la dársena, y lo que es peor para la patrona "no ayudan a identificarlos en absoluto, porque se conoce su ubicación y, o las evitan, o se cubren lo suficiente para evitar ser reconocidos".

Los robos también ha provocado situaciones bastante dramáticas, explica Lago, como la que le sucedió a un marinero "al que le robaron la lancha hace unos tres meses y al que dejaron sin el elemento que utilizaba para dar de comer a sus hijos".

La situación, insiste Lago, "se le ha dado a conocer al presidente de Portos, José Juan Durán, para que se adoptasen medidas, pero no ha movido un dedo". Para ella si que "existen y son posibles, como la opción de crear un seguro portuario que se cubra este tipo de situaciones, lo que no puede ser es que los marineros no puedan dormir con el temor de que puedas quedarte sin tu principal instrumento de trabajo".