Nació a finales de la década de los 90 como una alternativa para garantizar el suministro a los bancos marisqueros que gestionaba el pósito de A Illa. Sin embargo, durante los años que permaneció con sus puertas abiertas la hatchery de Punta Quilma muy pocas veces alcanzó el volumen suficiente para hacer rentable su funcionamiento. Ese motivo supuso que, a finales de 2007 acabase cerrando sus puertas.

Sin embargo, la Cofradía siempre ha tenido en mente volver a abrirla para aquello que se diseñó, y en los últimos días está cobrando fuerza la propuesta presentada por un exalumno del Igafa, que plantea que es viable económicamente. El proyecto convence a Manuel Ángel Iglesias, patrón mayor de la cofradía de A Illa, que ha puesto todo tipo de facilidades para que pueda hacerse realidad, aunque la palabra final deberá tenerla la Consellería do Mar. "Es la tercera vez desde que soy patrón mayor que surge una iniciativa para recuperar la hatchery, y antes también las hubo, pero la Consellería, por unos motivos u otros, siempre acabó descartándolo, esperamos que ahora sea distinto", explica el propio patrón mayor.

El proyecto pretende convertir en rentables las instalaciones de Punta Quilma, que se han ido deteriorando durante los casi siete años que han estado sin actividad, con el objetivo de convertirse en suministradores de almeja no solo para los bancos marisqueros de A Illa, sino también para otras Cofradías. "Tenemos los bancos marisqueros muy mermados, por lo que es el momento ideal para poner en marcha una de estas instalaciones, que beneficiaría mucho al sector", explica el patrón mayor.

El principal problema sería el de la financiación, pero también está pensado, ya que la intención es solicitar una ayuda a través de los Grupos de Acción Costeira (GAC), ya que el proyecto se ajusta como un guante a los requisitos que plantean desde esta entidad. Iglesias reconoce que la persona interesada en poner a andar la hatchery ya lleva "tres o cuatro meses realizando estudios sobre la viabilidad del proyecto y existen muchas posibilidades de que se ponga a andar".

En las últimas ocasiones en las que se intentó dar un paso para recuperar la hatchery la Consellería acabó descartando esa posibilidad por cuestión de los terrenos, que pertenecen a la junta de montes, comandada en estos momentos por una gestora provisional al no aparecer ningún sustituto. Sin embargo, eso no sería un problema, ya que la concesión de los comuneros fue a varios años con la posibilidad de prorrogarla siempre y cuando la actividad que se desarrolle en esa parcela sea la misma para la que se cedió.

En los últimos tiempos, la hatchery también ha sido escenario de una serie de robos en las instalaciones que dañaron, todavía más, lo poco que queda de la etapa anterior. Cobre, gasóleo y monos de la catástrofe del "Prestige" desaparecieron estas semanas, además de sufrir situaciones de vandalismo de manera periódica, ya que se encuentra en un lugar muy alejado de las viviendas y el acceso al interior resulta relativamente sencillo para los ladrones. También ha servido para guardar alguna embarcación tradicional.