La situación en la que se encuentra la empresa más importante del Concello de Vilanova no ha pasado desapercibida para el alcalde del municipio, Gonzalo Durán, que ayer cargó duramente contra los administradores, y sobre todo, contra el sindicato CIG, a los que responsabiliza de que esté a punto de cerrar sus puertas. "El sindicato nacionalista allí donde se mete acaba cerrando empresas por su tendencia suicida, y en este caso no debería eludir responsabilidades, ya que fue la CIG la que denunció el concierto ante la Xunta, aunque parece que no lo recuerdan y reparten culpas entre quien no tiene nada que ver", espetaba ayer un indignado Durán.

El regidor, sin exculpar a la administración de la empresa, no dudó en cargar contra la CIG, a la que acusa de "hundir todas las empresas en las que se meten con su política de enfrentamientos; solo hay que ver lo que ocurrió con Monbus o con Alfageme, donde los trabajadores acabaron en una situación dramática y parados mientras los liberados sindicales se fueron a buscar otra empresa que cerrar".

La respuesta a las críticas del sindicato sobre la "nula" mediación realizada por las administraciones fue recordar que "no tenemos capacidad de arbitraje instituciones como la Diputación, el Concello o la Delegación Territorial; es más, yo mismo quise arbitrar en ese conflicto y la respuesta que recibí es que no se trataba de una cuestión municipal".

Insiste Durán en que tanto el sindicato nacionalista como los administradores de la empresa están "matando" 90 puestos de trabajo porque "a mantenerlos o a que se reincorporen las treinta despedidas no ayuda liarse a golpes a las puertas de una empresa, como ocurrió recientemente, por lo que no deberían desviar sus culpas, sobre todo la CIG que siempre trata de escaquearse de ellas cuando gran parte de la responsabilidad es suya".

Lo que más lamenta Durán es la posibilidad de que la residencia cierre sus puertas, lo que supondría un duro golpe para el empleo en el municipio. "La situación de los trabajadores de la residencia, en estos momentos, es dramática, todo por la cerrazón de este sindicato, al que nunca he visto que ofreciese una iniciativa para crear empleo, pero si he visto muchas situaciones en que lo han destruido", explica. Una de ellas fue el conflicto de la conservera Alfageme, donde "veinte personas de este Concello se encuentran en el paro por culpa de unos especuladores y del sindicato, mientras los liberados siguen cobrando y buscando otra empresa que cerrar; no pasa así con UGT o Comisiones, sindicatos con los que se puede dialogar".

Durán defiende que la residencia era viable con el concierto con la Xunta de Galicia, "es cierto que iba dando bandazos, pero seguía creando puestos de trabajo; ¿Qué fue agresivo en los despidos? Por supuesto, pero ahora no nos enfrentamos solo a 30 despidos anteriores, sino a los 90 con los que cuenta la residencia, eso es lo que han conseguido con la denuncia ante la Xunta. Estoy de acuerdo en que se defienda a los trabajadores y sus derechos, pero lo que no me parece normal es que se meta un torpedo en la línea de flotación de la empresa, que es lo que han hecho con esta conducta suicida que solo perjudica a quien dicen defender".

La única opción para garantizar la continuidad de la empresa en Vilanova, entiende Durán, pasa por que "ambas partes alcancen un consenso y hagan frente común ante la Xunta para mantener el concierto; de otra forma, no le veo futuro".