El consistorio de Vilagarcía acogió este mediodía una boda muy particular, pues se celebró en un ambiente completamente motero. El novio llegó a Ravella escoltado por decenas de motos (algunas pilotadas por miembros del Club Motard Rebels Terra Galega) y ataviado con un chaleco negro de cuero sobre una camisa blanca. La novia, aunque llegó en el vehículo tradicional para estas ocasiones, el coche, también incorporó a su vestimenta prendas propias de los moteros, como es el chaleco, que lo lucía por encima de su vestido blanco. El alcalde, Tomás Fole, se encargó de oficiar la ceremonia, que él mismo calificó de "divertida". "Son muy pasionales. Llevan el espíritu motero hasta el sí quiero, es algo que no se da en otras aficiones", expresó el regidor.