Ni multa ni siquiera un apercibimiento. La Dirección Xeral de Patrimonio -dependiente de la Xunta de Galicia- evita tomar medidas sobre la propiedad del principal monumento de Vilagarcía pese a la demora que acumula la ejecución de la limpieza de las pintadas que ensucian el conjunto histórico de Vista Alegre desde el 28 de julio de 2013.

Portavoces oficiales de la delegación de la Xunta en Pontevedra recuerdan que la limpieza de las inscripciones se autorizó hace cuatro meses, "por lo que se entiende que se hará cuando ellas puedan o decidan hacerlo", en alusión a las monjas filipenses, orden propietaria del conjunto histórico, que incluye un convento y un colegio. "Lo que sí se espera es que el responsable del bien ejecute cuanto antes su limpieza", agregan desde la delegación del Gobierno gallego.

Las mismas fuentes admiten que la responsabilidad de devolver al estado original la imagen de las paredes de Vista Alegre es de la propiedad del monumento, aunque, a tenor de sus palabras, la Xunta no tiene previsto urgir a las dueñas la limpieza ni tampoco tomar medidas si obvian su "deber de conservación" de un bien protegido. Confía en la voluntad de la propiedad para la eliminación de las inscripciones.

Faltan menos de 15 días para Semana Santa y la primera de las procesiones, la de Ramos, saldrá de Vista Alegre. Si el propietario no procede a la supresión de las pintadas con anterioridad a la celebración de los actos litúrgicos, el desfile religioso de Ramos tendrá que salir desde un conjunto histórico que no ofrecerá su mejor aspecto ante los ojos de fieles y de los turistas que visiten la capital arousana en Semana Santa.

Aunque es la propiedad la que debe realizar y pagar la obra, el Ayuntamiento de Vilagarcía colaboró con ella mediante la redacción del proyecto y poniéndola en contacto con especialistas en restauración, además de realizar gestiones ante Patrimonio para que autorizase la actuación.

Las pintadas fueron hechas de color rojo, y contienen desde símbolos anarquistas a insultos y amenazas. Su limpieza costará en torno a 3.500 euros, ya que Patrimonio obliga a hacerla a mano y sin productos abrasivos, y no permite chorreos mecánicos de agua o arena a presión.

La Policía identificó a un adolescente de 15 años como presunto autor de la gamberrada, aunque hace mes y medio la Fiscalía de Menores pidió el archivo de la causa, al no encontrar razones de peso para acusarle.