"Estamos realmente encantados. Como cuando pasas cuatro o cinco noches seguidas sin dormir para preparar un examen y al final te sale bien". Guillermo Hermo, el ingeniero director del pazo de Rubiáns describe así la mezcla de sentimientos que experimentan en la emblemática finca vilagarciana después del que el jueves por la noche la Sociedad Internacional de la Camelia declarase los jardines de Rubiáns de Excelencia Internacional. En España solo hay otro jardín más con esta distinción: el del castillo de Soutomaior.

-¿Cuántas visitas turísticas recibe el pazo de Rubiáns?

-Somos un jardín que ha apostado relativamente tarde por el turismo. Fuimos de los primeros en sumarnos a la Ruta de la Camelia, en 2005, pero fue a partir de 2009 cuando nos planteamos de verdad tomarnos en serio la actividad turística. En 2010 ya empezamos a promocionarnos y desde entonces los incrementos anuales de visitantes han sido muy grandes porque partíamos de muy abajo. En 2013 superamos los 6.000 visitantes, que parecen muchos, pero que en realidad son muy pocos. En el congreso internacional nos han explicado que hay jardines en Francia que reciben a más de un millón de personas al año, y que la media en Inglaterra ronda las 400.000.

-De modo que España todavía está a años luz de esos países.

-Eso va en consonancia con la cultura y la afición botánica. Es muy difícil pensar que haya en España mucha gente dispuesta a recorrer más de 1.000 kilómetros para visitar unos jardines, como han hecho por ejemplo los franceses para asistir a este congreso. Por ahora somos una aguja muy pequeña en un pajar gigante. Todavía no somos nada.

-¿Cómo se puede invertir esta situación?

-El apoyo institucional es importante, y aquí lo tenemos. La Diputación de Pontevedra ha hecho un trabajo fantástico los últimos años. El presidente lo tuvo muy claro desde un principio e hizo una apuesta muy firme por la camelia. Y también los técnicos de Turismo de Galicia ven el enorme potencial que tenemos. Por otra parte, creo que es necesario fomentar la cultura botánica en los colegios, en los institutos, en las universidades. La gente de fuera se queda sorprendida de que en Galicia tengamos esto, pero todavía se sorprenden más de que los gallegos lo conozcan tan poco.

-¿Y los vilagarcianos conocen el pazo de Rubiáns?

-Pocos, pero es algo que ocurre en otros ámbitos. ¿Cuántos vilagarcianos conocen bien la isla de Cortegada? Nos apena que los vecinos de la ciudad no nos conozcan más.

-¿Y cómo se podría invertir esa situación?

-Estaríamos encantados de hacer cosas con las asociaciones e instituciones de Vilagarcía, como los colegios, el Liceo... Ofrecerles jornadas de puertas abiertas u otras posibilidades. Y había una actividad que estaba muy bien, la Ruta de los Pazos, en la que participaban muchos vilagarcianos, y que fue decayendo poco a poco.

-¿Y tienen la camelia y los jardines poder suficiente para atraer turistas?

-Si la gente hablase de nuestros jardines como de la Toscana o de los castillos de la campiña de Inglaterra tendríamos millones de candidatos a venir aquí.