El espacio natural y turístico de Punta Moreiras va a más. La red de senderos ha sido recientemente ampliada, y aún quedan nuevas fases -parece que de ejecución inminente- con las que tratar de mejorar más si cabe la accesibilidad en toda esta lengua de tierra que se introduce en la ensenada de Porto Meloxo.

Lo mejor para empaparse de la riqueza de este entorno, en el que destaca la presencia del Museo de la Pesca y la Salazón, es disponer de tiempo para caminar tranquilamente por estos paseos que permiten a grovenses y visitantes estar en contacto directo no solo con la naturaleza, representada por la simbiosis de mar y monte, sino también introducirse en la historia de este pueblo.

A la espera de que se habilite la aldea marinera prometida por la Diputación, consistente en la instalación de medio centenar de esculturas, y antes de que se acondicione el nuevo sendero -por la cara que baña la ría de Arousa, entre las naves del museo y el acuario-, Punta Moreiras ofrece ya mucho que ver y es un lugar que, sin duda, vale la pena recomendar.

El paseante puede transitar a orillas de la ensenada de Moreiras y Meloxo, entre esculturas, por pequeñas playas y a través de un complejo museístico que es todo un homenaje a los hombres y mujeres de la localidad que a lo largo de la historia estuvieron relacionados con la pesca, el marisqueo, la acuicultura y la industria transformadora.