Solucionar los problemas estructurales que posee la plaza de O Regueiro de A Illa no parece una tarea sencilla. Portos de Galicia recibió todavía ayer el informe de la Policía Local del municipio en el que se explica la situación en la que se encuentra uno de los centros neurálgicos del Concello, por lo que comenzó a analizar toda la documentación sobre el estado administrativo de la plaza. Ese análisis ha deparado que existe desde hace años un convenio entre ambas administraciones por el cual Portos ha cedido, en régimen de concesión administrativa, la plaza al Concello de A Illa, lo que implicaría, explican desde el ente portuario, que debe ser el ayuntamiento el que realice los trabajos pertinentes de mantenimiento. "Es el concesionario el que tiene la obligación de remodelar o solucionar las deficiencias existentes", explicaban ayer desde el ente que preside el vilanovés José Juan Durán.

De todas formas, ante la deficiente situación en la que se encuentra la plaza, los responsables de Portos de Galicia están dispuestos a colaborar en la rehabilitación de la misma, especialmente en cuestiones de asesoramiento técnico, "aunque es al Concello, como concesionario de este espacio público, a quien le corresponde realizar esas obras de conservación".

Sea de quien sea la competencia final, lo cierto es que la plaza de O Regueiro se encuentra en una situación muy preocupante, ya que el mar ha dañado de forma considerable los muros de mampostería que protegen el relleno sobre el que se asienta todo el entorno.

De hecho, la Policía Local de A Illa, cuyos agentes fueron los que realizaron el informe, alerta de la existencia de varias hendiduras que es necesario sellar para evitar la erosión que están provocando las mareas sobre la parte inferior del paseo marítimo, especialmente cuando se registran temporales con componente sur. La entrada del mar a través del muro de contención ya ha provocado efectos en la superficie, donde son apreciables algunos desniveles en un entorno que es desde hace años uno de los puntos con mayor actividad social y lúdica.

No en vano, en esa plaza existe un parque de juegos infantiles y una pequeña cancha de fútbol siete, además de diverso mobiliario urbano para la práctica de otros deportes. También es una de las zonas más amplias del casco urbano sin peligro de vehículos, por lo que es utilizado por muchas familias para pasear en días de asueto.

Las deficiencias en el muro de contención no son las únicas que presenta la plaza. El informe de la Policía Local también hace hincapié en la situación en la que se encuentra parte del balaustre de la fachada marítima, desprendido en varios puntos, así como la ausencia de varios bancos. "Existen dos tramos de una superficie aproximada de 20 o 25 metros cuadrados que carecen de firme y se encuentran en tierra", indica el informe, que hace especial mención a la proximidad de un parque infantil en las proximidades del balaustre que puede "resultar especialmente peligroso".

La plaza de O Regueiro se asienta sobre terreno ganado al mar a través de la vertedura de escombros en la zona. Estos vertidos se realizaron hasta los años 70, cuando comenzó a tomar forma la actual imagen que posee la plaza, consolidada en los años 80. En la plaza también se construyó en su día la casa da cultura, un edificio desde el que se impulsaron cuestiones como la segregación de Vilanova, que tuvo que ser derruida en 2001 debido a que se encontraba en riesgo de derrumbe por la debilidad del suelo.