La escultura de un soldado que Francisco Asorey hizo en homenaje al teniente Jesús Teijeiro, y que fue durante décadas uno de los emblemas de la plaza de la Liberación de Oviedo, se encuentra ahora, medio olvidada, en un almacén municipal.

El Ayuntamiento asturiano la retiró por la ley de Memoria Histórica, pues Teijeiro fue un destacado militar franquista, y no tiene intención de volver a colocarla. Así lo manifiesta al menos Carmen Asorey, nieta del artista cambadés, quien asegura que pedirán al gobierno de Oviedo que les entregue la escultura. "Sus descendientes la queremos guardar o depositar en un museo", manifestó.

Carmen Asorey y su padre, José Manuel Asorey -hijo del escultor- presentaron ayer en Cambados la asociación que ambos lideran y que está dedicada al artista. Lo hicieron con motivo del 52 aniversario de la muerte de Asorey, y acudió al acto el conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez.

La cita sirvió para que los familiares del artista cambadés repasasen algunos aspectos relacionados con su obra. Uno de ellos es la existencia de piezas que se hicieron por encargo de las autoridades franquistas, por lo que son muy controvertidas en la actualidad. "Muertos los hubo en las dos partes, y ambas hicieron sus placas. Asorey trabajaba por encargos porque tenía muchas bocas que alimentar y no se podía permitir el lujo de rechazar trabajos", declara su nieta.

La escultura a Jesús Teijeiro -un militar gallego que rompió el cerco de Oviedo durante la Guerra Civil- es de piedra y representa a un soldado anónimo con una espada. En un tiempo tuvo unas inscripciones que ensalzaban el Movimiento que ya se le habían quitado. Según cuenta Carmen Asorey es una obra que para la familia también tiene valor sentimental, pues el modelo fue José Manuel Asorey.

El acto de ayer en Cambados se celebró en el salón de Peña, la familia aprovechó para presentar dos obras del artista desconocidas para el público, como un Cristo en bronce que Asorey hizo para sí mismo y que tenía encima de la mesa de estudio donde llevaba la contabilidad -la figura está mucho menos labrada que en la iconografía convencional- y una escayola del Apóstol Santiago, que Asorey hizo para un centro gallego en Sudamérica. La familia desconoce el paradero de la obra -inspirada en el Santiago del altar mayor de la catedral compostelana-, e iniciará unas pesquisas para localizarla. Además, los descendientes del artista explicaron que están recabando fondos para futuras actividades y exposiciones, pues en 2014 que viene se cumplen 125 años del nacimiento del genial artista.