Areoso lleva años sufriendo la degradación que sobre su superficie provocan las mareas, y sobre todo, la presión del turismo. En la superficie del islote que pertenece a A Illa son apreciables esos efectos, y sobre todo, la presencia de basura, especialmente plásticos, esparcida por todo el arenal.

Por este motivo, dos empresas de turismo activo, Piragüilla y Amare, junto con el Concello de A Illa, han decidido aprovechar la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente el día 8 para celebrar una limpieza voluntaria del islote en la que pueden participar un grupo de 60 personas. Arturo Paz, responsable de Piragüilla, firma que alquila kayaks de mar y bicicletas a turistas, reconocía ayer que "el Areoso es uno de los reclamos turísticos más importantes para nosotros, por eso creemos que se debe preservar e impulsamos esta jornada de limpieza que se va a celebrar el próximo sábado".

La actividad cuenta con todos los permisos necesarios del Servizo de Conservación da Natureza y con la colaboración del Concello que aportará material para el zafarrancho y recogerá la basura que se retire del islote.

La actividad se iniciará en el muelle de Pau sobre las 16.00 horas, donde se van a instalar kayaks suficientes para que puedan participar las personas que lo deseen hasta un cupo máximo de 60 personas, la cifra máxima permitida por Medio Ambiente para acceder al islote a un mismo tiempo. Paz, conocido también por su actividad al frente del club de Piragüismo de A Illa, reconoce que el islote se encuentra "muy degradado, llevo mucho tiempo visitándolo con gente en las piraguas y cada invierno que pasa la erosión y el turismo masivo lo dañan a pasos agigantados, por eso queremos aportar nuestro grano de arena a mantenerlo, ya que se trata de uno de los espacios naturales más importantes que posee A Illa.

La iniciativa recuerda mucho a otra que se puso en marcha hace dos años también en A Illa, aunque en aquella ocasión, la limpieza voluntaria afectó al espacio natural de Carreirón. Más de 200 personas participaron en aquella iniciativa que impulsó un joven vecino del municipio, Daniel Gondar, que contó con el respaldo del Concello y empresarios.

El islote Areoso, tras muchos años de sufrir una masiva afluencia de turistas que dañó sobremanera las dunas que lo componen, cuenta ahora con unas rígidas normas para su acceso con el fin de conservar el espacio natural y los bancos marisqueros que lo rodean, gestionados por la Cofradía de A Illa. Así, todo el litoral del islote se encuentra con boyas que marcan el lugar desde el que las embarcaciones a motor no pueden acceder.

Además, a los barcos de pasajeros que surcan la ría de Arousa solo se les permite trasladar desde la zona de boyas a sesenta personas en cada viaje. Las mareas también provocan que la morfología del islote cambie cada cierto tiempo, llegando a partirse en dos cuando éstas son muy vivas.