Cáritas Interparroquial de Arousa hizo ayer pública la memoria del año 2012, en la que se percibe un aumento significativo de las personas demandantes de algún tipo de ayuda de la ONG, que ascendió en lo que a atención primaria se refiere a las 7.566, una cifra que el presidente de la entidad, Francisco Fernández, no duda en calificar de "trágica".

Junto a él estuvieron presentes la secretaria, Yolanda Pazos, el consiliario, Manuel Castroagudín, y el administrador, José Luis Guerrero. Los cuatro hicieron balance del pasado año, un 2012 en el que se percibió un descenso "preocupante de la edad media de los demandantes de ayudas, que pasaron a ser de entre 40 y 49 años. Hay muchas familias monoparentales, casi siempre madres con hijos a su cargo", indica Fernández, que alerta de que en lo que va de año "la media de edad parece que sigue bajando".

Los cuatro miembros de Cáritas destacan la colaboración altruista de los 228 voluntarios que han participado en las acciones humanitarias durante el pasado ejercicio, y también de todas esas personas anónimas que aportan todos los días kilos de alimentos y productos de primera necesidad. "En el primer trimestre de 2013 hemos recogido 8.304 kilos de comida, que nos sirve para ayudar a mucha gente sin tener que gastar lo que no tenemos", dice su presidente.

Necesidad extrema

Si ha crecido el número de casos de personas necesitadas, también lo ha hecho en mayor medida si cabe el de familias sin apenas recursos o directamente sin ellos. En 2012 hubo 426 demandantes que no percibían ni un solo euro al mes. Otros 771 cobraban menos de 500 euros.

La avalancha de casos hace que en Cáritas, que hace un seguimiento exhaustivo de cada uno de ellos para intentar mitigar la necesidad antes de que sea acuciante, no pueda ayudar a las familias que tengan unos ingresos más tolerables que los anteriormente mencionados.

Aunque las donaciones van en aumento, y hay programas de ayuda de fundaciones como Barrié de la Maza y Amancio Ortega, la entidad perdió el pasado año 42.000 euros, pues realizó un desembolso total de 284.708 (intentando reducir gastos propios) para unos ingresos absolutos de 242.705 euros. Mientras, las ayudas públicas descienden drásticamente, pese a aliviar muchos casos de emergencia municipal.