La Diputación, el Concello, el Coro Liceo de Vilagarcía, la Banda Municipal de Música y el grupo de baile tradicional Malveiras han recuperado con motivo del centenario de la fusión de los ayuntamientos de Vilagarcía, Vilaxoán y Carril "A lenda de Montelongo", una zarzuela gallega del compositor arousano Bernardo del Río. Esta pieza del denominado género chico regresa así al municipio vilagarciano después de sesenta años, pues la última vez que se representó en la ciudad fue en 1953.

La obra reaparecerá es escena este sábado en el Auditorio municipal a las 22,00 horas. Las entradas ya están a la venta por precios de entre 4 y 6 euros (en función de la zona de butacas) en la página web de www.servinova.es. El mismo día de la función abrirá la taquilla del Auditorio a partir de las siete de la tarde.

La organización espera repetir el éxito del pasado domingo en Pontevedra, donde "A lenda de Montelongo" abarrotó el Pazo da Cultura. "La pieza tuvo una trayectoria bastante corta y quisimos recuperarla para el Centenario como uno de los platos fuertes, como algo imprescindible", destacó el concejal de Cultura de Vilagarcía, Francisco González Mariño, quien agregó que esta zarzuela es "una gran desconocida para el público vilagarciano" pese a haberse gestado en Arousa.

El estreno se produjo en diciembre de 1924 en Santiago de la mano del coro "Cantigas e Agarimos", que dirigía Bernardo del Río. Javier Jurado, responsable del estudio e investigación de la obra, realizó ayer en Vilagarcía un repaso por la historia de "A lenda de Campolongo", que continuó en los escenarios en 1938 -en plena Guerra Civil-, en 1941 y en la década de los 50. En 1953 participó en la representación Crisanto Sanmartín, y en el 56, la soprano Lolita Peiteado. Ambos artistas han sido invitados a la función de este sábado en Vilagarcía.

Esta zarzuela gallega narra la historia de amor entre dos jóvenes: un chico procedente de una familia humilde de campesinos que se enamora de una chica hija de labradores ricos, que se beneficiaron de la redención foral de los años veinte. Aunque a priori parezca un argumento simple, el musicólogo Javier Jurado destacó el trasfondo de la obra, ambientada en torno al castillo de Montelongo, "una transposición real del Monte Lobeira", aclaró.