Las mariscadoras de Vilanova comenzarán a efectuar tareas de vigilancia en las playas a partir de este mismo fin de semana con el objetivo de evitar que, con la llegada de los bañistas, éstos puedan llevarse parte de la producción de los bancos marisqueros. Cada una de las mujeres que componen la agrupación de mariscadoras de Vilanova de Arousa tendrá un período de vigilancia de 24 y el objetivo es cubrir todo el litoral de Vilanova de "una punta a otra".

Además de la vigilancia a la que van a someter a las playas, en aquellas zonas más conflictivas, en las que se concentran un mayor número de turistas todos los veranos, se ha optado por retirar toda la almeja que pueda ser extraída por los bañistas para plantarla en zonas donde el problema sea menor. La presidenta de la agrupación de mariscadoras, Dora Nogueira, reconoce que "la mayor parte de los turistas ya está concienciado de que el marisco es el principal sustento de las mariscadoras y no acostumbra a retirarlo de las playas, pero siempre queda alguno que sigue ignorando las advertencias". En principio, la intención es ayudar a los vigilantes a controlar todo el litoral vilanovés, desde Corón hasta Rego de Alcalde, especialmente dependiendo de las mareas. Estas tareas se van a extender hasta finales del próximo mes de septiembre.

En principio, se descarta que se realicen vigilancias nocturnas, aunque esa posibilidad dependerá de la acción de los furtivos en las principales zonas de marisqueo en las que trabajan las mujeres.

Boyas

Por otra parte, las agrupaciones de marisqueo a pie y de marisqueo a flote han sellado un pacto para evitar que se vuelven a registrar los problemas de la semana pasada, cuando varias embarcaciones entraron en la zona de trabajo delimitada para las mujeres. En la reunión, ambas agrupaciones quedaron de buscar fórmulas para mejorar la señalización de las boyas en puntos como O Bote y O Castelete, donde se acostumbran a registrar este tipo de problemas. Para ello tratarán de contactar con la Consellería do Mar para que colabore en la instalación de las boyas. Las dos entidades están de acuerdo en que se debe mejorar la actual señalización, que en muchos puntos se encuentra seriamente dañada o, directamente, ha desaparecido. Mientras no se proceda a la mejora de las boyas, la lancha de vigilancia de la Cofradía será la que controle que nadie traspase los límites fijados para cada agrupación, algo que ya ocurrió en la jornada de ayer durante toda la mañana.

La propia presidenta de las mariscadoras a pie reconoce que "existe un buen entendimiento entre ambas agrupaciones y la reunión sirvió para clarificar la situación, pues ambas entidades estamos dispuestas a buscar una solución para que no vuelva a repetirse lo de la pasada semana