Si los grovenses revisan lo sucedido ayer, cuando saltó una alarma de emergencia a causa del cortocircuito registrado en la campana extractora de una casa de San Vicente, pueden llegar a la conclusión de que están a salvo y bien protegidos por los equipos de emergencia.

Al menos en temporada baja, porque otra cosa muy diferente es lo que puede pasar en verano, cuando la masificación turística de la comarca colapsa las carreteras y es más habitual que se produzcan diferentes percances o sucesos a la vez, entre ellos los temidos incendios forestales.

En esta ocasión, como queda dicho, fue un cortocircuito declarado al filo de la una de la tarde en una vivienda de piedra de la zona de Cacheirás, en el rural grovense.

En torno a ella se desplegó un operativo de salvamento tan llamativo como variado, pues hasta allí se desplazaron inmediatamente efectivos de la Policía Local y de Protección Civil de O Grove, al igual que una dotación de Bombeiros do Salnés y el servicio de emergencias de Sanxenxo. Todos ellos con sus correspondientes camiones motobomba y demás vehículos, entre los que se movilizó igualmente una ambulancia del 061.

Al llegar al lugar en el que se produjo la alarma por incendio -inicialmente incluso se barajó la posibilidad de que hubiera tres personas heridas- se comprobó que el cortocircuito "había derretido la campaña extractora de la cocina", que el fuego originado "ya se había apagado solo" y que "no hubo más daños apreciables ni se registraron heridos", explica Víctor Otero Prol, el jefe de Protección Civil de O Grove.

Todo se quedó, por tanto, en un susto. O mas bien en una especie de simulacro o ensayo general del que pueden extraerse conclusiones positivas ahora que está tan de moda eso de hablar de la redistribución del mapa de emergencias de Galicia.

Hay que recordar que la localidad grovense pierde su Grupo Municipal de Intervención Rápida (Grumir), motivo por el cual depende para actuar en situaciones extremas del servicio de emergencias de Sanxenxo y de los Bombeiros do Salnés.

Pero puede ser claramente insuficiente, ya que el tiempo de respuesta ante un suceso realmente grave puede ser muy alto y determinante para salvar vidas. Por eso la Xunta se comprometió a reforzar el grupo de emergencias de O Grove, y de ahí que sucesos como el de ayer, aunque finalmente se queden solo en un susto, sirvan para dejar muy claro que no hay que dormirse en los laureles.

Como se explicaba anteriormente, esta vez todo ha salido bien, tanto por la carencia de heridos o daños realmente graves como por la respuesta coordinada de los diferentes servicios intervinientes.

La pregunta que cabe hacer, por tanto, es qué puede pasar en temporada estival y cómo va a reforzarse realmente Protección Civil de O Grove en el futuro.