El Concello de O Grove parece estar entre los más beneficiados del reparto de desfibriladores anunciado por la Diputación, que cofinancia su adquisición. En esta localidad pueden recibir tres de estos aparatos, demandados para ser utilizados en caso de emergencia en instalaciones deportivas municipales, aunque está por ver si uno de ellos queda directamente al servicio de Protección Civil.

Tanto el alcalde, Miguel Pérez, como el concejal de Seguridad Ciudadana, Alfredo Bea García, confirmaron ayer este extremo. A la espera de que se haga oficial, ambos coinciden en señalar que lograr estos tres defibriladores "es altamente positivo para nuestro Concello".

En cuanto se haga oficial la concesión de este servicio, el Concello elegirá a un par de personas que, identificadas con DNI y comprometidas a hacer un uso responsable de los aparatos, van a ocuparse de cada uno de ellos en las instalaciones que les correspondan.

Lo que se desconoce todavía es si será la Diputación la que indique dónde va a tener que instalarse cada uno de los equipos o si quedará a la libre designación del Concello.

Cuando se sepa exactamente dónde van a estar colocados los desfibriladores se designará a los responsables o monitores encargados de los mismos, a quienes se formará convenientemente para que sepan cómo utilizarlos con la mayor eficacia.

Lógicamente, no tendría sentido, por ejemplo, formar a alguien en el campo de fútbol de As Lampáns para que utilice un desfibrilador, si después resulta que no le corresponde ninguno, por eso hay que saber en primer lugar dónde colocarlos.

Lo que parece claro y hasta cierto punto lógico, es que uno de ellos pueda quedar en posesión de Protección Civil para utilizarlo de forma portátil allí donde se produzca una emergencia. Los otros dos desfibriladores podrían estar colocados en el pabellón polideportivo de Monte da Vila y en el pabellón de los deportes náuticos.