La sala de exposiciones del auditorio de A Illa acoge hasta el próximo día 13 una exposición del artista Luis Berroy (Barcelona, 1972) en la que se recogen dos etapas claramente definidas de su trabajo, en las que se combinan procedimientos pictóricos y electrónicos, en los que la tinta y la pintura acrílica son una base esencial. En la muestra de A Illa destacan sobre todo los que él mismo define como "pintura electrónica", una técnica en la aplica las técnicas aprendidas durante su formación en el sector de la animación.

Berroy reconoce que "concibo la pintura electrónica como el resultado de la combinación de procedimientos pictóricos y electrónicos. En mi obra interviene físicamente la pintura, como parte de un proceso en el que también se utilizan dispositivos tecnológicos de digitalización, representación, edición y tratamiento de la imagen". La base de cada cuadro es de acetato, una base que después pasa una serie de filtros como el escaneo para su digitalización y su tratamiento como imagen a través de programas como el photoshop que "me permiten ofrecer una imagen transparente y usar la fotografía como soporte de la pintura". Todo ese proceso que aplica viene por su formación en la animación, donde "antes de la aparición del ordenador y de los diferentes programas, se trabajaba sobre acetatos".

Berroy traslada esa formación a cada uno de sus trabajos algo que no deja indiferente a las personas que los descubren. "Me ha sorprendido el interés que ha despertado en mucha gente y creo que la acogida que ha tenido este tipo de pintura ha sido muy buena", explica. Una de las particularidades de los cuadros que Berroy expone en A Illa de Arousa es la ausencia de título, una característica que aplica en todas sus obras, "porque poner título a un obra sería como el final del libro". La muestra ha recibido una buena acogida en A Illa, siendo visitada incluso por varios colegios y colectivos.

Barcelonés afincado en A Illa por cuestiones familiares, la obra de Berroy es muy conocida en la ciudad condal, donde posee un pequeño estudio que guarda gran parte de su obra y donde ha participado en iniciativas como la Walking Gallery, una iniciativa para llevar el arte a las calles de la ciudad.