Avelino Ochoa Gondar es el abogado que defendió a un matrimonio de O Grove que en 2005 contrató con Novagalicia Banco un plazo fijo de 30.000 euros, aunque, siete años después, se enteraron de que se los habían invertido sin su consentimiento en participaciones preferentes. El juez de Cambados que se encargó del caso ha ordenado al banco la devolución de los 30.000 euros y condena también a la entidad a renunciar a los intereses. Éste último aspecto es el que singularizó este reciente fallo judicial.

-¿En qué se diferenció este caso de otros anteriores para que el juez entendiese que no procede devolver los intereses?

-En el tema de los intereses puede, legalmente, haber varios criterios. La importancia de esta sentencia es que aplica el artículo 1.306,2 del Código Civil, según el cual si una sola parte actúa ilícitamente, no tiene derecho a la devolución de lo que entregase. En otros casos se aplica la compensación, de modo que el perjudicado devuelve lo que recibió y el banco paga los intereses legales, si no demuestra otro pacto.

-¿Puede sentar precedente para otras demandas en curso?

-No causa jurisprudencia, pero tiene mucha importancia porque abre caminos. No podemos olvidar que en un reciente informe de la Defensora del Pueblo se cita y se comenta extensamente una sentencia anterior en este tema de los juzgados de Cambados. Para los que andamos en este mundillo judicial es un orgullo ver como sentencias de nuestros juzgados de primera instancia son puestas de relieve a esos niveles.

-¿A qué puede deberse que solo una pequeña parte de los afectados acudiese durante los primeros meses a la justicia?

-La justicia es cara, formalista y lenta, y se necesitan operadores muy especializados. A veces no se valoran lo suficiente, ni se tiene en cuenta la altísima especialización en derecho procesal de abogados y procuradores. También hay un cierto miedo, infundado, a que no se trate igual a un banco que a un perjudicado, y siempre se pone el ejemplo de un David contra un Goliat y no es así.

-¿Sabe qué porcentaje de pleitos ganan los ahorradores?

-Hay unas tres o cuatro sentencias contra demandantes, en A Coruña, Vigo y Santander. La justicia es justa y los inversores existen. Hay inversores, incluso institucionales, que eran conscientes de donde invertían. De lo que hablan los jueces es de que no se puede confundir a un consumidor minorista de la banca con un inversor profesional.

-¿Cómo valora la actuación de la justicia en las sentencias que se van conociendo?

-La justicia, por lo común, es sólida, jurídicamente solvente. Los jueces y magistrados están mostrando, además, una valiosísima sensibilidad social y unos conocimientos normativos por encima de lo común.

-¿Qué opina de la posibilidad de que en lo sucesivo las demandas por preferentes se centralicen en A Coruña y Vigo?

-En este momento sería ilegal e iría contra el derecho al juez predeterminado por la ley. Hay que rechazar los tribunales de excepción. La justicia actual tiene, evidentemente, problemas pero la vía para solucionarlos pasa por acercarla al ciudadano.

-¿Cuál es su visión de este problema con las preferentes y las obligaciones subordinadas?

-Todo el proceso de venta fue un engaño, doloso, indiscriminado. Los gestores de las entidades bancarias buscaron capital en los ahorros de los humildes para aparentar la solvencia de esas entidades arruinadas. Ahora, el ciudadano, con los impuestos, tuvo que acudir a sanearlas. Y, en este momento, el dueño de Novagalicia Banco es el propio Estado que, otra vez incomprensiblemente, usa el dinero de los humildes para seguir aparentando solvencia... No es fácil entender como, siendo público, no se resuelve de una forma definitiva este problema.