La amenaza meteorológica no fue motivo suficiente para empañar la tradicional fiesta de los maios de Vilagarcía. El cambio de ubicación estaba previsto por la Concejalía de Cultura y la desapacible mañana obligó a las elaboraciones a posar en la Praza de A Peixeiría y no en el parque Miguel Hernández como estaba previsto inicialmente.

Un total de 21 maios simbolizaron el espíritu participativo de los colegios de Vilagarcía. Y es que todas las elaboraciones fueron creadas por las Anpas de los distintos centros. La novedad estuvo en la primera presencia de la asociación de padres Os Mecos de BATA, una intervención que no pasó desapercibida por su implicación a la hora de cantar y contagiar el buen humor a los cientos de personas que no quisieron faltar a la tradición.

La presencia de otros centros educativos de la localidad también tuvo un marcado protagonismo. Así, el colegio San Francisco participó con dos maios, y Rubiáns y la Escuela Infantil Galiña Azul con otros tres cada uno. Pero fueron las Anpas del Arealonga e del Vagalume las que aportaron un mayor número de elaboraciones florales, con 5 y 7 respectivamente y entre los que había trabajos de todas las categorías.

Había maios en sus más variadas versiones. Cónicos, artísticos, en caja, cruces e incluso en forma de barco. Cualquier expresión era válida para ser parte activa de una fiesta en la que no se hizo distinción de ningún tipo. La rosca que entregaba la Concejalía de Cultura, encabezada por Francisco González Mariño, simbolizaba la gratitud sin distinciones a todos los participantes.

Como no podía ser menos, la interpretación de las coplas dieron lugar a los momentos más hilarantes de la mañana. Hubo alusiones a todos llevándose los políticos la peor parte. Tampoco se pasó por alto la ley de dependencia, aunque los mayores aplausos se la llevaron los alumnos del Vagalume con la copla dedicada a sus profesores.