El hecho de que fuese un niño de solo siete años el que llamó a la policía para alertar de una pelea familiar es lo que singularizó este caso, pues tal y como confirmaron al día siguiente profesionales de los servicios sociales y de los centros de información a la mujer, es muy raro que sea un niño de tan corta edad quien dé el paso de alertar a las autoridades de que se está produciendo una situación de violencia doméstica.

Cuando se produce un episodio de estas características también los hijos la sufren. De ahí que el Ayuntamiento de Vilagarcía organizase el año pasado un taller con hijos de víctimas de malos tratos. La concejala de Servicios Sociales, y número 2 del gobierno de Vilagarcía, Elena Suárez, cuenta que "al principio estábamos preocupados, porque no sabíamos cómo reaccionarían ellos. Pero la valoración final fue muy positiva y ellos dijeron que les había ayudado mucho porque vieron que lo que le pasa a ellos es algo que por desgracia ocurre en muchos hogares".

El taller se celebró gracias a una subvención de la Secretaría Xeral de Igualdade de la Xunta de Galicia. El Ayuntamiento ha pedido de nuevo esta ayuda autonómica para organizar una nueva edición del taller con menores, al entender que tiene resultados muy positivos.