Con la recuperación del mirador puesta en marcha por la Mancomunidade, los comuneros han comenzado a centrarse en la recuperación forestal del monte de Lobeira, una riqueza que quedó reducida a cenizas durante los incendios del verano de 2006.

Desde esa infausta etapa, los comuneros han realizado varias actuaciones importantes tendentes a que el monte vuelva a tener un aspecto similar al que poseía antes de lo que ocurrió, pero una de ellas la han iniciado recientemente, la plantación en una "calva" de pinos cuyo destino es servir en el futuro para la autofinanciación de la propia comunidad de montes. Esa zona que se ha comenzado a reforestar se encuentra cerca del propio mirador y desde los incendios apenas contaba con árboles. Tanto en ese punto como en los lindes con Solobeira y Tremoedo, los comuneros cuentan con especies que tienen algún tipo de aprovechamiento forestal económico, como son pinos o eucaliptos. El objetivo es "sacrificar" estos puntos para en el futuro poder vender la madera y permitir que la comunidad pueda seguir financiándose, sobre todo en unos momentos en los que las ayudas para el mantenimiento de los montes se han reducido a la mínima expresión o han desaparecido.

Sin embargo, la comunidad de montes de András siempre se ha distinguido por tratar de crear un bosque autóctono en torno a Lobeira, con robles y cerezos en su mayor parte. Esa fue la apuesta que se realizó en el año 2007, tras los incendios, época en que se limpió por completo de especies invasoras como el eucalipto toda la "chaira" que se extiende entre el Faro das Lúas y y la cruz del mirador de Lobeira. En estos momentos, esas 15 hectáreas de monte han sido limpiadas de maleza para evitar que las llamas puedan volver a afectar a este entorno, y se espera que, coincidiendo con la celebración de la Vuelta Ciclista a España, la presencia de robles y cerezos pueda convertirse en uno de los atractivos paisajísticos que se aprecie a través de la pequeña pantalla durante el paso de los corredores.