Volvió a llover, aunque menos que en días precedentes, y aunque lo hizo poco después de las 12,30 horas, que es cuando tenía que empezar la escena de la Resurrección de Jesús, al final los actores y cofrades de la Semana Santa de Paradela lograron despedirse con una representación completa. Una vez más, las mujeres comprobaron como el cuerpo de Jesús no estaba en el sepulcro, un ángel descendió desde el campanario de la iglesia para anunciar su resurrección, y un buen número de niños recitaron poesías...

Pero además la escena de este año incorporaba una novedad que en Paradela habían preparado con mimo, como era la representación de los apóstoles que esperan ocultos cerca del sepulcro para ver si en efecto Jesús ha resucitado. Este pasaje se representaba otros años mediante una voz en off del narrador, pero este año la cofradía quiso darle un mayor realce con una puesta en escena de actores. "Todos los años intentamos introducir algún cambio, mejorar alguna cosa", explica María del Canto Motrel, que forma parte de la directiva de la cofradía.

Paradela no tuvo mucha suerte este año con los cambios debido a la lluvia. Estaban muy ilusionados con el diálogo entre Jesús y los ladrones, ya crucificados, que otros años se grababa, pero que en esta Pascua podría escucharse en directo. Sin embargo, al final no fue posible ponerlo en práctica ante el público, puesto que el Viernes Santo por la mañana empezó a diluviar y los actores ya no pudieron salir del atrio de la iglesia.

Sobre la posibilidad de instalar una carpa en años venideros para evitar la suspensión masiva de escenas, como ocurrió este año, María del Canto Motrel admite que se pensó en más de una ocasión. "El problema es que probablemente dificultaría mucho la visión al público".

Unos espectadores que han demostrado fidelidad con esta cita, que está declarada de Interese Turístico Galego desde hace tres años. De hecho, ayer volvió a congregarse un buen número de personas en torno al atrio de la iglesia, y si bien es cierto que no les quedó otra que abrir los paraguas tampoco se fueron hasta que la fiesta concluyó con la tradicional procesión hasta el cruceiro del Campo de Outeiro.