La huelga provincial en el sector del comercio de la alimentación comenzó esta madrugada a las 00,00 horas. La reunión maratoniana celebrada durante todo el día del sábado no sirvió para que patronal y sindicatos acercasen posturas. El encuentro se prolongó durante unas quince horas -interrumpidas por un receso para comer- y, pese al tiempo invertido, finalizó sin acuerdo.

Las centrales sindicales celebraron ayer en Vilagarcía una asamblea en la que informaron a los trabajadores asistentes de los últimos acontecimientos y negociaciones. Diana Rodríguez, de CIG, admitió que los posicionamientos continúan siendo "muy distantes", puesto que "las empresas siguen insistiendo en eliminar la antigüedad y las promociones.

La patronal sí cedió en la congelación salarial, proponiendo una subida del 0,5% en 2014 -en lugar del 0,25% inicial- y del 0,75% en 2015 -frente al 0,5%-. Con todo, el asunto económico no constituye el principal escollo para alcanzar un acuerdo. "Estamos dispuestos a aceptar un incremento muy moderado si se respeta la antigüedad y las promociones automáticas de categorías, que quieren aumentar de tres a seis años", explica la sindicalista Diana Rodríguez, miembro de la mesa de negociación del convenio provincial del comercio de alimentación. "En la limitación de la antigüedad nos ofrecieron 20 años, en lugar de 16, pero quieren eliminarla igualmente", agrega.

Independientemente de la huelga, que ya comenzó hoy a las 00,00 horas y que contará con piquetes informativos en los supermercados y otros establecimientos más pequeños (carnicerías, fruterías, etc.), las partes volverán hoy a sentarse, a las 10,00 horas en la Inspección de Trabajo. "No sé qué nos van a proponer pero, pero vamos a meter presión", adelantan fuentes sindicales.

Durante la asamblea de trabajadores celebrada ayer en Vilagarcía, los representantes de CIG observaron "mucho miedo" entre los asistentes debido a las "coacciones que sufren por las empresas para no ir a la huelga". "Tienen miedo a represalias", afirma Diana Rodríguez.

En la comarca de O Salnés están llamados a la huelga más de 3.000 empleados. Son los que trabajan en establecimientos que se rigen por el convenio provincial de la alimentación. Por tanto, quedan excluidos los que tienen convenio propio, como Eroski, Mercadona, Dia o Carrefour. Sí pueden sumarse al paro personal de Froiz, Gadis, Lidl, Hiperxel, Moldes y otros negocios de venta de alimentos más pequeños.

Los sindicatos confían en que la movilización sea secundada por un importante número de trabajadores. Y es que el actual convenio finaliza en julio, y de no renovarse el sector del comercio de la alimentación se regiría por el Estatuto de los Trabajadores, o sea que "estarían en condiciones de esclavitud, ya no solo de precariedad", advierten. La huelga está convocada hasta el sábado -incluido-, aunque podría frenarse si las partes llegan a un acuerdo.