Como ocurre en otros lugares de Vilagarcía, el centro social de Faxilde comenzó a funcionar a medio gas. Y así sigue dos años después, puesto que la planta baja no fue terminada; prueba de ello es que el suelo es de cemento. "El alcalde vino aquí en un mitin electoral y se asombró de cómo estaba el centro. Incluso casi se cae por el tablón que tenemos que colocar en la entrada para evitar el charco que se forma cuando llueve. El edil Jesús Longa también lo sabe", indican desde la directiva de la asociación vecinal, que advierten del peligro que, sobre todo para las personas mayores, ocasionan estos desperfectos.

"Es un centro nuevo, con dos años, y lo dejaron en muy mal estado. Y aparte, hay falta de limpieza en las arquetas en los exteriores del pabellón. Cuando llueve se inunda todo y el agua va para las fincas de los vecinos", dicen los residentes.