El parque de O Castriño recupera su esplendor gracias a la labor que realizan los 12 alumnos, 7 hombres y 5 mujeres, del módulo de actividades forestales del Obradoiro de Emprego "Vista Alegre" dirigidos por el monitor Joaquín Pedre.

El equipo formativo comenzó las clases el 28 de diciembre y desde entonces compagina las clases teóricas con las prácticas en la masa forestal más importante del casco urbano vilagarciano, ya que además del parque botánico "Enrique Valdés Bermejo", se ocupa de la superficie añadida hace unos años tras la cesión al ayuntamiento del Castro de Alobre. Los alumnos forman una compacta brigada que está devolviendo la mejor imagen a un recinto bastante deteriorado.

Mucho trabajo queda aún por realizar en esta gran zona verde que ya va cambiando su fisonomía para satisfacción de los amantes de la naturaleza que en varias ocasiones denunciaron el estado de abandono en que se encontraba.

Pocos son los alumnos de este módulo forestal que tenían conocimientos previos en la materia, pero el estado del parque y la variedad de especies les posibilita realizar prácticas en diferentes aspectos de la especialidad.

Los alumnos, en función de la titulación a la que optan, trabajan con desbrozadoras y aprenden técnicas de silvicultura, tareas de poda y estudian el módulo de enfermedades y plagas forestales, por lo que alternan las prácticas en el monte con clases teóricas en las aulas del Obradoiro de Emprego.

Poda y saneamiento

En lo que respecta al trabajo que ven los ciudadanos, la primera misión de este equipo fue la puesta a punto del parque, con el refaldado de todos los árboles, quitándoles los brotes y ramas bajas, la recogida de los restos que, de momento se acumulan en un costado de la zona verde, y también la colaboración con los operarios municipales que han tenido que talar algunos árboles enfermos que suponían un peligro para los viandantes que pasean por la zona.

También se ha mejorado la red de drenaje y se limpiaron taludes y muros, además de mejorar los accesos, senderos.

Otro de los grandes beneficiarios de la labor del equipo forestal ha sido el estanque de O Castriño, del que los alumnos han retirado todo tipo de objetos acumulados en su lecho como consecuencia de la acción de los desaprensivos.

La imagen general del parque ha mejorado con la limpieza de la piedra que ahora luce tras la retirada de líquenes y otra vegetación que la invadía.

Pero la superficie del parque es tan grande y había tanto que hacer, que aún quedan muchas labores pendientes. Por delante los alumnos tienen casi tres meses para completar su acción, porque el módulo tiene solo una duración de medio año.

Una vez que acaben de limpiar la maleza acumulada en O Castriño, facilitando el crecimiento de una manta de hiedra que permitirá, en un futuro, facilitar las labores de mantenimiento del parque botánico, los alumnos harán una repoblación de especies en las zonas donde faltan árboles.

Para ello programan la plantación de especies autóctonas, pero también alóctonas como roble americano que ha demostrado que puede convivir sin problema en el parque con las otras especies. Los árboles que se descartan son las hayas debido a que la mayoría de las que había en el parque acabaron pudriéndose.

También se recuperarán los carteles indicadores de cada una de las especies que, por la acción de los desaprensivos en los últimos años, están totalmente rotas o deterioradas.

Los alumnos saldrán del Obradoiro, tras superar las pruebas teóricas y prácticas con el certificado de profesionalidad de nivel 1 en "actividades auxiliares de conservación y mejora de montes" y con una formación sobre desbroce y manejo de desbrozadoras; orientación hacia las técnicas silvícolas; enfermedades forestales y prevención de riesgos laborales.

Joaquín Pedre

El monitor y coordinador del equipo, Joaquin Pedre, acredita larga experiencia en la formación de trabajadores forestales, con 15 años de profesión en esta actividad, de los que 10 estuvo en el Centro Forestal de Lourizán, en Pontevedra.

Este profesional considera que los seis meses del actual Obradoiro, a pesar de concentrar un buen número de horas lectivas, son algo escasos para la formación de los alumnos y que el módulo debería prolongarse al menos hasta el año porque podrían hacerse más trabajos y actuar en superficies más grandes.

De todos modos, opina que la labor que están realizando los cursillistas en el parque de O Castriño es muy positiva porque, además de aprender, permitirá dejar la zona en mejores condiciones para que los operarios municipales puedan realizar las labores de mantenimiento.

En cuanto al estado en que se encontraba O Castriño antes de la llegada de la brigada del Obradoiro de Emprego , el técnico reconoce que se trata de una superficie muy grande y que no puede ser atendida con solo tres operarios.

Pedre confía en que todos sus alumnos acaben el ciclo con el certificado de profesionalidad y que consigan un empleo de auxiliares en conservación de montes.

Considera este tipo de formación muy importante, que a veces no es reconocida suficientemente por la Administración a la hora de contratar operarios para los servicios de parques y jardines o para tareas de conservación del medio ambiente.

"Deberían pedir titulación al personal forestal que contratan. Así tendría más sentido el certificado de profesionalidad que la propia Administración pública extiende, y los trabajadores estarían más formados. A veces en las brigadas contratadas para las labores de limpieza de los montes y lucha contraincendios, de cinco operarios, a lo mejor uno sabe como manejar una desbrozadora", manifestó Joaquín Pedre.