Trabajó durante 35 años para la misma empresa, la fábrica de Larsa, hasta el día de su jubilación. Es el ejemplo más claro de estabilidad laboral. Esta vecina de Baión está casada y tiene ahora 76 años. Con 24 comenzó formando parte de la plantilla de trabajadores que se encargaban en la factoría de todo el proceso de elaboración del queso. Recuerda como el primer día, toda la técnica, paso a paso: cómo traían la leche en los camiones cisterna, cómo en los recipientes le añadían el cuajo, cómo con unas palas de madera se trataba la masa, se recortaba, se dejaba en salmuera y una vez listo se envasaba con distintos formatos. Pero también recuerda tener que levantarse muy temprano para ir al trabajo, ya que entonces eran tiempos muy diferentes. Un coche era un lujo que muy pocos se podían permitir, por lo que había que ir caminando, desde Baión a Vilagarcía. Salir a las 6 de la mañana para llegar a las 7,30. Y después de la jornada, cansada, volver a casa haciendo el mismo trayecto. Ahora disfruta de la vida con familia y amigos.