El magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ordenó ayer la suspensión del juicio contra la presunta organización de narcotraficantes que lideraban el cambadés José Constante Piñeiro Búa, "Costiñas", y el vilagarciano Óscar Manuel Rial Iglesias, "El Pastelero".

Marlaska aplazó el juicio hasta el mes de octubre a petición del fiscal, que considera imprescindible la presencia en las vistas de José Luis Fernández Tubío, que ayer no acudió a la sala. Tubío es un vecino de Boiro que colaboró con la Justicia, contando los pormenores de la operación de transporte de 3.500 kilos de cocaína desde Venezuela a Galicia a bordo del pesquero San Miguel e identificando a los supuestos cabecillas.

Pero ahora podría echarse atrás en su declaración, pues ha presentado un acta notarial, en la que afirma que todo lo que confesó a la policía no se correspondía con la realidad, sino que eran simples comentarios que había escuchado en la cárcel. Y puesto que el testimonio de Tubío es vital para sostener la acusación contra varios de los procesados, como "Costiñas" y "El Pastelero", el fiscal quiere que el boirense dé señales de vida antes de retomar el juicio.

Fuentes consultadas indican que en estos momentos no se sabe dónde se encuentra Tubío, ni si está vivo o muerto. Nacido en junio de 1963, es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, y de hecho ya le condenaron dos veces por narcotráfico. En el escrito de acusación, el fiscal aseguraba que Tubío fue uno de los tres marineros que salieron en la planeadora que debía recoger la droga del San Miguel. El Ministerio Público pedía para él 12 años de cárcel -uno más que en el caso de los otros dos lancheros, por ser reincidente-, pero admitía que esa condena podría rebajarse considerablemente si mantenía su colaboración con la justicia y la policía.

Pero su ausencia podría significar un duro revés para el juzgado y los investigadores, puesto que los presuntos principales miembros de la organización podrían quedar absueltos por falta de pruebas.

Así las cosas, se suspenden las cinco vistas previstas para este mes, y el juicio se aplaza para los días 28 y 29 de octubre, y 11, 12 y 13 de noviembre.

Tubío no fue, de todos modos, el único ausente en el comienzo del juicio, que iba a celebrarse en las dependencias que la Audiencia Nacional tiene en San Fernando de Henares. Tampoco se presentaron la mayoría de los tripulantes venezolanos, detenidos tras el alijo, que presuntamente aprovecharon su puesta en libertad provisional para huir de España.

Además de la acusación por narcotráfico hay otra por supuesto blanqueo de dinero.