El Ayuntamiento de Vilagarcía podría verse obligado a devolver el importe de muchas multas si un juzgado como el Contencioso de Madrid resuelve que el tiempo de permanencia en ámbar es menor al recomendado por la Dirección General de Tráfico.

Esta situación ya se produjo en la capital de España por el hecho de que la luz amarilla aguantaba encendida solo tres segundos, pero los de Vilagarcía están incluso por debajo de ese tiempo.

En concreto en el de la calle Rosalía de Castro solo se enciende 2 segundos y 83 décimas; y el de Juan Carlos I, durante 2 segundos y 64 décimas, lapso insuficiente para que el conductor pueda reaccionar a la hora de parar en seco el vehículo.

Las sanciones impuestas por este motivo son considerables ya que reporta una multa económica de 200 euros, pero también administrativa ya que implica la retirada de cuatro puntos del carné de conducir.

El gobierno local se jactaba recientemente de que las dos cámaras instaladas en calles muy transitadas de la ciudad generaban importantes ingresos a las arcas municipales, que llegaron a superar los 300.000 euros en un año

Aunque en estos momentos los vilagarcianos son conscientes de la ubicación de estas dos cámaras, todavía se recaudan cifras muy importantes por este concepto, próximas a los 200.000 euros anuales.

Precisamente por el hecho de que hay más precaución por parte de los conductores en estos semáforos, el departamento de seguridad acaba de anunciar que estudia el cambio de ubicación de estas señales luminosas, además de instalar otros dos radares en las entradas a la ciudad vilagarciana.

Respecto a los otros colores del semáforo, el de Rosalía aguanta en verde durante casi un minuto, mientras en Juan Carlos I, solo medio minuto. La luz roja dura casi lo mismo en ambas señales, sobre medio minuto.