La alcaldesa de Ribadumia, Salomé Peña, se interesó ayer ante el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello Bufill por la posibilidad jurídica de mancomunar el servicio de Policía Local. Ribadumia ya supera los 5.000 habitantes, por lo que tiene derecho a subvenciones para dotaciones de policía, pero según Salomé Peña se trata de un servicio muy costoso para los ayuntamientos. De ahí que preguntara a Coello sobre la posibilidad de compartirlo entre varias municipios.

Durante la última década el casco urbano de Barrantes ha crecido mucho, por lo que hay vecinos que reclaman un servicio policial propio. Además, Ribadumia limita con Meis, otro concello que ronda los 5.000 vecinos y que carece de policía.

Salomé Peña recibió ayer al subdelegado en el consistorio de Ribadumia, y al término del encuentro aseguró que si bien le gustaría disponer de una dotación policial, por el momento "entre la Guardia Civil de Cambados y Protección Civil estamos bien asistidos". Un diagnóstico con el que coincide el subdelegado, quien destaca que no existe ningún problema de seguridad específico en Ribadumia y que la seguridad está garantizada con el servicio que presta el cuartel de Cambados.

Antes de visitar Ribadumia, Antonio Coello estuvo precisamente en la villa del albariño, donde presidió la Junta Local de Seguridad. Al término de la misma destacó que la delincuencia en la localidad descendió considerablemente en 2012, pues se registraron ese año un 14,50 por ciento menos de delitos y faltas que en 2011.

El de Cambados es uno de los mejores datos de la comarca, y Coello lo atribuye a que la coordinación entre Policía Local y Guardia Civil "es magnífica". La tendencia en enero de 2013 sigue siendo buena, con 20 delitos o faltas frente a los 27 del mismo mes de hace un año. Además, hay que tener en cuenta que el descenso en el conjunto del Estado es solo del 0,7 por ciento, y que en la provincia de Pontevedra apenas hubo bajada. Volviendo a Cambados también han descendido las denuncias por violencia de género.

El jefe de la Policía Local, Antonio Torres, propuso en la Junta organizar antes del verano charlas en colegios e institutos para prevenir a los jóvenes de los riesgos que conllevan las drogas y conducir tras beber alcohol. El número de alcoholemias en controles de la policía también bajó de 13 a 4.