No es tan grave ni recibe el mismo trato que un transporte ilegal de vieira, ya que éste puede tratarse de un delito contra la salud pública. Pero la localización de más de una tonelada de berberecho que estaba siendo transportado de forma irregular también resulta una noticia llamativa. Y más aún en un momento en el que se habla de una preocupante ausencia de berberecho en Arousa y el Ulla.

Ocurrió el miércoles por la tarde, cuando la Guardia Civil se incautó de 1.200 kilogramos del citado bivalvo, que estaba siendo transportado sin disponer de la "guía de circulación" y porque una parte del producto tenía una talla inferior a la autorizada.

Así lo explican desde el cuartel de la Guardia Civil vilagarciana, cuyos agentes actuaron al detectar una furgoneta isotermo que circulaba por la ciudad hacia Carril y que, además de carecer de rotulación, "presentaba una aparente carga excesiva", a juzgar por el estado de la suspensión. Una vez efectuado el control los agentes constataron que "transportaba berberecho sin documentación que amparara dicha carga".

Los hechos fueron puestos en conocimiento de Gardacostas de Galicia, que pesó y muestreó el producto incautado, para concluir que su transporte era fraudulento y que la talla resultaba antireglamentaria, por lo que se procedió a instruir el acta correspondiente y a devolver la mercancía al mar.

Es, por tanto, un nuevo golpe al furtivismo, que sigue muy presente en Galicia, y particularmente en las Rías Baixas, a pesar de haberse intensificado la vigilancia y de la supuesta coordinación entre cofradía, Gardacostas y Guardia Civil. Lo que sucede, hay que insistir una vez más, es que el furtivismo no es delito, y por tanto este transporte irregular de más de una tonelada de berberecho puede resultar aparatoso, pero va a quedarse, sencillamente, en una sanción administrativa.