Un vecino de Cambados, Lois Baúlo, se desnudó ayer en la oficina de Novagalicia Banco de Corvillón y en el ayuntamiento de la localidad para exigir la devolución de los 65.000 euros que tiene en participaciones preferentes. El hombre, que sufre una discapacidad psíquica del 55 por ciento, asegura que fue engañado por la entidad bancaria de Corvillón porque le metieron el dinero en preferentes sin explicarle que se trataba de un producto financiero complejo y con riesgos.

Lois Baúlo llevó el caso al despacho de abogados Miguélez y Asociados, donde ayer explicaban que el caso de este cambadés podría ser constitutivo de un delito "porque no solo carecía de los conocimientos financieros necesarios para contratar ese tipo de inversiones, sino que el banco se aprovechó presuntamente de su incapacidad psíquica para meterle el dinero en preferentes", en palabras del letrado Carlos Alonso. De ahí que en el despacho estén barajando llevar el asunto a los juzgados, por la vía penal.

Lois Baúlo, que tiene unos 35 años, sufre una discapacidad psíquica del 55 por ciento desde que sufrió un accidente de tráfico, a consecuencia del cual le dieron una indemnización de unos 130.000 euros. Con la mitad del dinero pagó parte de un piso, contratando una hipoteca para sufragar el resto, y con los otros 65.000 contrató participaciones preferentes en la oficina de Corvillón. Según él, engañado por el banco. Ahora no le devuelven el dinero, y aunque en teoría está pendiente de que le llamen de la comisión de arbitraje de la Xunta de Galicia -fórmula por la cual han recuperado sus ahorros unas 12.000 personas- ya ha perdido la paciencia y ayer decidió pasar a la acción.

Así, a primera hora de la mañana se metió en la oficina de Novagalicia de Corvillón y se desnudó completamente, cubriéndose tan solo el cuello con una bufanda cerrada y los genitales con una pancarta de espuma en la que explica su situación -cobra una pensión de unos 700 euros, tiene dos hijos y la mujer en paro-, y en la que avisa de que va a iniciar una huelga de hambre.

Poco después llegó una patrulla de la Guardia Civil, que le conminó a abandonar la sucursal, ya que estaba haciendo ruido con una especie de trompeta. Así las cosas, Lois Baúlo recogió su ropa y se fue hacia el ayuntamiento de Cambados. Subió a la primera planta, donde se encuentran la mayoría de los funcionarios y el despacho del alcalde, y una vez allí volvió a desvestirse, dejando tan solo los calzoncillos y los calcetines.

Su acto de protesta duró apenas unos minutos, pues cuando comenzó a hacer sonar la trompeta los agentes de la Policía Local se le acercaron y le pidieron que depusiese su actitud. El afectado aceptó, pero todavía le quedaba un lugar al que ir: la Diputación de Pontevedra. A primera hora de la tarde ya estaba allí, y según él allí fue recibido por el presidente. "En la Diputación no me hizo falta desnudarme", alega. Caminar desnudo por la calle o estarlo en un edificio público no está prohibido, ni siquiera en el supuesto de que haya menores de edad en el entorno, siempre y cuando no se realicen actos obscenos o de incitación sexual. Baúlo estuvo de actualidad en verano tras cortar sin permiso la hierba de Pampa que crece en una de las rotondas de la vía rápida.