Galicia, gracias a la participación de entidades como la Universidade de Santiago de Compostela y la Estación de Hidrobiología "Encoro do Con", en Vilagarcía, se ha convertido en el banco de pruebas perfecto para que Europa pueda saber más sobre el salmón, el reo, la lamprea, la anguila y otros peces migradores.

Junto a los técnicos y biólogos gallegos participan otros de Francia y Portugal que estudian la actividad de los mentados peces en ríos como el Ulla y el Umia -así como en sus afluentes e incluso cauces menos caudalosos como el vilagarciano de O Con-. Esos expertos elaboran sus conclusiones sobre las costumbres y amenazas de cada especie, al tiempo que identifican las presiones que actúan sobre estos peces y anticipan escenarios de cambio o alteraciones climáticas y no climáticas futuras.

En este sentido, al amparo de este proyecto se favorece la creación de un observatorio de las poblaciones de peces migradores para obtener datos certeros acerca de las presiones que actúan sobre los ecosistemas acuáticos y provocan una pérdida de la calidad ecológica, condicionando el uso y gestión de los recursos.

Del mismo modo, los técnicos aportan recomendaciones para preservar las especies estudiadas y, algo igual de importante, divulgan los trabajos científicos para hacerlos accesibles a la sociedad y mantener informada a la población, como se hace estos días con una exposición sobre la materia que puede verse en el Auditorio Municipal de Valga.

En agosto de 2011 ya se publicaba en FARO que los investigadores participan en el proyecto de la Estación de Hidrobioloxía Encoro do Con, diseñado para trazar una estrategia de conservación a nivel internacional.

Con esta iniciativa, en la que participan la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, Fundación Centro de Estudos Eurorrexionais Galicia-Norte de Portugal y el Aquamuseu do Río Minho, en Vila Nova de Cerveira, se encauza una estrategia conjunta para reunir datos sobre el estado de conservación de las poblaciones de anguilas, lampreas, reos, salmones, sábalos y sabogas.

Todo esto, al igual que la exposición que puede verse en Valga hasta el día 29, forma parte de "Migranet", un proyecto de cooperación transnacional cofinanciado por el Programa Operativo de Cooperación Territorial del Espacio Sudoeste Europeo (SUDOE 2007-2013) a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la UE".

Este proyecto "propone la creación de un observatorio de las poblaciones de peces migradores del espacio SUDOE", y tiene como principal objetivo la configuración de la estrategia de cooperación conjunta en la obtención de datos sobre las especies a estudio.

Para ello, como se explicaba anteriormente, se puso en marcha una red de control, "formada por varios ríos de Portugal (Norte), España (Galicia) y Francia (Aquitaine)" dotada de estaciones de captura y contadores de peces.

Se busca así "armonizar las herramientas de obtención de datos de las poblaciones de lamprea (Petromyzon marinus), anguila (Anguilla anguilla), sábalo y saboga (Alosa alosa y Alosa fallax), salmón (Salmo salar) y la forma migradora de la trucha común (reo, Salmo trutta)".

Dicen los impulsores de esta iniciativa de carácter internacional que "esto nos permitirá conocer el estado de conservación de sus poblaciones y prever futuros escenarios de cambio ante las alteraciones climáticas y las relacionadas con contaminación, obras hidráulicas, pesca y demás".

Las mismas fuentes habían pronosticado ya que los resultados obtenidos por el observatorio serían "transferidos a los sectores económicos y sociales, de forma que se promueva un aprovechamiento sostenible de los recursos que asegure su conservación". Y eso es, precisamente, lo que se hace con la muestra ofrecida en Valga, de carácter totalmente gratuito y visitada ayer por un buen número de escolares.