El joven artista Pablo Rodríguez Barreiro, 30 anos, natural de Meaño, acaba de ser reconocido en Madrid con uno de los premios Injuve (Instituto Nacional de la Juventud) de Creación Joven en Artes Plásticas, galardones que dependen del Ministerio de Cultura y que reúnen cada año a casi medio millar de artistas que concursan en diversas disciplinas. Técnico Superior en Escultura por la Mestre Mateo de Santiago y licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca este meañés, que aboga por la idea del artista global, busca abrirse un hueco en el complicado mundo del arte. A pesar de su juventud su obra, bien a través de escultura, fotografía o diseño entre otros ámbitos, ya estuvo presente en muestras en Madrid, Valladolid, Salamanca, Italia, o la embajada de Francia en Madrid, y obtuvo un primer premio de escultura en el certamen Vanguardiclasidia-Salamanca, y otros galardones en "Galiza crea" o en el Arte Joven de la Junta de Castilla y León. Finalista en el certamen gallego de Creadores Novos y seleccionado para Novos Valores en el Museo de Pontevedra, Certamen Internacional de la Diputación de Ourense, Certamen Internacional de La Laguna en Véneto-Treviso (Italia), y el San Marcos de la Universidad de Salamanca.

-¿Qué significa para usted el haber conseguido uno de los premios Injuve?

-La lógica satisfacción y un reconocimiento porque aquí no se premia una obra sino una línea de trabajo. Cada artista que concurre debe presentar un dossier de su trabajo en los últimos años y eso es lo que al final valora el jurado. En mi caso me centré en el apartado de obra gráfica: dibujo, fotografía digital€ Por otra parte, el premio supone ponerte un poco en el escaparate porque con los cinco premiados de cada modalidad se organiza una exposición en noviembre en Madrid, que es el centro neurálgico del arte en España, y que luego visitará diversos países de Europa y toda América Latina.

-Pero lo suyo es más el mundo de la escultura ¿no?

-Arranqué por ahí y es donde, a priori, me siento más cómodo, pero como la formación recibida luego en Bellas Artes fue muy heterogénea, uno va experimentando y descubriendo otros campos que también llenan.

-¿Cómo se inicia en el arte?

-Supongo que influyeron varias cosas. De niño disfrutaba dibujando y acabé yendo a clases con una pintora meañesa, Guada. Por otra parte, mi hermano mayor aprovechaba cualquier oportunidad para llevarnos a visitar exposiciones€ También era la época en que empezaban a conocerse a artistas como Manolo Paz, Leiro, Paco Pazos€ creo que todo ello fue despertando en mí esta pasión. Así me metí a hacer técnico en escultura en el Mestre Mateo de Santiago y luego acabé en Salamanca estudiando Bellas Artes.

-De la calidad de su trabajo hablan sus premios ¿Se vive de esto?

-De momento no, para nada, pero tal vez un día lo logre (risas). Hay que tener en cuenta que el mundo galerista es un coto muy cerrado a un puñado de artistas reconocidos que exponen y venden. Además yo tampoco creo mucho en ese mundo, soy de los que piensa que debemos apostar por otras vías.

-¿Y cuáles son esas vías?

-Las de un arte más funcional, más útil y cercano a la sociedad. Creo que el artista del siglo XX venía representado por artista galerista, buscaba que su obra estuviera en exposiciones, museos, plazas públicas, salones de la clase burguesa€ Ese artista es un modelo a extinguir. Creo que el del siglo XXI el artista tiene que ser más versátil y que su obra debe estar más cerca de la gente, ser servicial, útil. Soy de los que apuesta por la transversavilidad, esto es, por una línea donde el artista trabaje en equipo con el arquitecto en fachadas, en diseño de interiores, con músicos, con fotógrafos€

"No deberíamos estar pendientes de las subvenciones"

-¿Afecta mucho al arte la actual crisis?

-Sí, como a todo, sobre todo a la hora de arrancar porque las ayudas institucionales son fundamentales para irse fuera, formarse, abrir las primeras puertas. Pero por otra parte reconozco que en España vivimos una situación un tanto paternalista con el artista. No podemos estar pendientes de la subvención, la ayuda para una exposición, hay que abrirse a nuevos caminos como los que decía antes, que nos acerquen a la sociedad, que la gente sienta que podemos serle útiles sin dejar de crear.

-¿Qué nuevos proyectos tiene ahora en mente?

-Para este curso dos, por una parte esta exposición del Injuve en el Centro de Arte Tabacalera en Madrid, para la que a buen seguro tengo que reacondicionar obra para adaptarla al espacio e incluso quisiera crear una nueva pieza in situ. Y por otro un proyecto de investigación sobre porcelana a desarrollar en la Escuela Arco de Lisboa.

-¿En qué consiste ese proyecto?

-Fue una beca que acabo de obtener este año por parte de la Diputación de A Coruña. Se trata de una excelente oportunidad para investigar sobre porcelana porque voy allí a tener mi propio espacio de trabajo, a la par que puedo asistir a clases magistrales con consagrados artistas venidos de varias partes de Europa y Estados Unidos. Este es un proyecto que me tendrá ocupado entre el próximo octubre y julio de 2013. Luego parte de la obra que cree en Lisboa conocerá una exposición individual en A Coruña y supongo que en la Diputación, que es quién financia el proyecto.