El grovense Juan Padín Lijó, de 88 años, falleció ayer tras un aparatoso accidente de circulación en el que su hija, Dolores Padín Ochoa, de 52 años, resultó herida de gravedad. El coche en el que viajaban de regreso a casa, después de haber acudido a una cita en el Hospital de Pontevedra, fue arrollado por una furgoneta que, al parecer, invadió su carril. Estaba conducida por el vecino de Vilagarcía que responde a las iniciales J.A.A., de 47 años, que resultó herido leve.

Los hechos ocurrieron en el tramo de vía rápida de O Salnés, es decir, la zona final de apenas 7 kilómetros que en su día no se desdobló en autovía, como sí se hizo con los 17 kilómetros anteriores, y que discurre íntegramente por término municipal de Sanxenxo, desde el nudo de enlace donde finalizan los cuatro carriles hasta A Lanzada.

La brutal colisión se produjo, exactamente, en el punto kilométrico 19,400, a la altura de la salida de la vía rápida para Portonovo y Adina.

Parece ser que la furgoneta conducida por J.A.A., una Citroën Jumpy perteneciente a la empresa Dalonga, se dirigía desde O Grove a Vilagarcía. En sentido contrario, avanzando desde Pontevedra hacia O Grove, llegaba el Opel Meriva, con la grovense Dolores Padín Ochoa al volante y con su padre, Juan Padín Lijó, como acompañante.

Venían del médico, al que tenían que desplazarse con cierta frecuencia, e iban a casa, en el lugar de Reboredo. Pero según los equipos de emergencia y la Jefatura de Tráfico uno de los vehículos invadió el carril contrario –todo apunta a la furgoneta– y se produjo la colisión frontal entre ambos.

La magnitud del choque fue tal que el furgón perdió el motor y el turismo salió despedido, quedando volcado con las ruedas hacia arriba. Las personas implicadas y heridas quedaron atrapadas entre los hierros y tuvieron que ser excarceladas.

Inmediatamente se temió por la vida del grovense de 88 años, que fue trasladado al Hospital de Montecelo, mientras que su hija y el conductor de la furgoneta eran derivados al sanatorio Domínguez, también en la ciudad pontevedresa.

Todo ocurrió al filo de la una de la tarde, y a eso de las ocho fuentes de la familia indicaban que Juan Padín Lijó estaba siendo operado, mientras que su hija, con diversas fracturas, iba a esperar para ser intervenida mañana.

Minutos después se supo que la avanzada edad, y sobre todo "los achaques" del vecino de Reboredo, no le habían permitido salir con vida de la operación. Parece que tenía demasiadas fracturas e importantes hemorragias internas como consecuencia del virulento impacto. La noticia de su muerte empezó a conocerse en O Grove a eso de las nueve de la tarde, aunque muchos ni siquiera se habían enterado del accidente ocurrido en el municipio vecino.

Un bateeiro de Reboredo al que definen como "extraordinario"

Al hombre de 88 años vecino de Reboredo que falleció ayer, como consecuencia del accidente ocurrido en la vía rápida, muchos vecinos lo conocen como "señor Juan", un hombre que toda su vida se dedicó al mundo de las bateas de mejillón. Otros lo definen como "un hombre extraordinario y muy querido en la parroquia de San Vicente", mientras que algunos sostienen que "él y toda su familia son muy conocidos".

Entre los grovenses también hay quien, por enésima vez, reclama el desdoblamiento de ese tramo de vía rápida, "antes de que se produzcan más muertes".