Ignacio Rey (Vilagarcía de Arousa, 1974) es el presidente de la asociación BATA, y el coordinador del servicio de empleo y de orientación laboral del mismo colectivo, que ofrece su apoyo a personas con autismo y otras discapacidades, así como a sus familias. Licenciado en Psicología, Ignacio Rey hace balance de las acciones de formación e inserción laboral llevadas a cabo por BATA en los últimos años. Ayer comenzó a trabajar una brigada forestal para el ayuntamiento de Ribadumia, compuesta por tres personas con autismo o discapacidad intelectual y por un coordinador. El equipo desarrollará su actividad todos los lunes durante nueve meses.

–¿Cuál es la función de la brigada de BATA en Ribadumia?

–Nos encargamos de la limpieza, conservación y mantenimiento de cuatro espacios naturales: las carballeiras de Barrantes y Ribadumia, el merendero que hay junto al puente de Barrantes, y Ponte Arnelas. La brigada empezó a trabajar ayer, retirando la basura y la maleza grande, para posteriormente empezar con el desbroce. El convenio es hasta final de año, y en el momento en que terminemos en esas cuatro zonas nos asignarán otras: miradores, rutas de senderismo...

–¿En qué otros municipios o proyectos trabajaron antes?

–El proyecto de las brigadas forestales empezó hace cinco años. Se trata siempre de equipos móviles formados por dos o tres personas con necesidades de apoyo, y trabajan con empresas privadas o entidades públicas. La primera brigada se encargó del mantenimiento de los jardines del Hospital do Salnés. Se había convocado un concurso, nos presentamos y la nuestra fue la mejor oferta y conseguimos renovar el contrato año a año. También tenemos un convenio con el Concello de Vilagarcía desde hace tres años, y precisamente lo renovamos estos días para que la brigada empiece a funcionar la semana próxima. También estuvimos trabajando tres años consecutivos en Valga y O Grove. En este municipio se hizo un proyecto de recuperación de lavaderos y de antiguos senderos en la zona de Ardia. El último proyecto que desarrollamos en O Grove fue la recogida de aceites usados a domicilio, que terminó en febrero pasado.

–¿Qué significa para una persona con autismo o con una discapacidad intelectual encontrar un trabajo?

–Significa sobre todo sentirse ciudadano. Muchas veces uno no es consciente de cuál es su papel en la sociedad hasta que encuentra un puesto de trabajo y ve que contribuye de alguna manera al desarrollo de la comunidad. Una persona con autismo siente lo mismo que alguien que está en el paro al encontrar un trabajo, ve que es útil para la sociedad, que sabe hacer cosas. Son personas que llevan muchos años esperando la oportunidad de poder demostrar que saben hacer cosas y que las pueden hacer bien.