El sector mejillonero gallego garantiza el abastecimiento de los mercados a pesar de que la presencia de fitoplancton portador de biotoxinas ha provocado el cierre temporal de 28 polígonos. Finalmente el avance de lo que popularmente se conoce como "marea roja" se ha ralentizado, y esto ha permitido que en plena Semana Santa continúen abiertos otros 22 polígonos, tres de ellos en la ría de Vigo, uno en la de Ares–Betanzos y los demás, en Arousa, la más productiva del mundo.

Se trata de una buena noticia para el sector, ya que de este modo se garantiza la presencia del producto en los mercados ahora que, supuestamente, debe incrementarse la demanda del molusco debido a la presencia de turistas.

Los mismos visitantes que, cabe insistir, deben estar tranquilos ante las noticias sobre presencia de episodios tóxicos, ya que el mejillón que llega al mercado por los cauces reglamentarios lo hace con plenas garantías.

Cambios en Vigo

De ello se encargan la Consellería de Sanidade y la Consellería do Medio Rural e Mar, que a través del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) se ocupa de ordenar el cierre de bateas cuando en su zona de influencia aprecia un aumento de células tóxicas, o que autoriza la extracción de los moluscos cultivados en viveros flotantes cuando los niveles permiten el consumo humano.

Ayer, sin ir más lejos, el Intecmar prohibió la extracción de mejillón a causa de la presencia de toxinas lipofílicas en los polígonos Cangas E, Redondela E y Redondela A, todos ellos en la ría viguesa.

En estas aguas siguen operativos el Redondela B–G, Redondela C–F y Redondela D, lo cual quiere decir que el mejillón extraído de sus bateas puede consumirse con total normalidad. Es lo mismo que ocurre con el procedente de los 19 polígonos aún abiertos en la ría de Arousa, donde únicamente está prohibida la extracción en cuatro.