La introducción del fitoplancton portador de biotoxinas marinas en las rías gallegas ha provocado ya el cierre de una veintena de polígonos bateeiros, de un total de cincuenta existentes en toda la Comunidad Autónoma. Por ahora la acción del episodio tóxico se limita a las Rías Baixas, y más concretamente a las de Muros, Pontevedra y Vigo, aunque todo indica que la popularmente conocida como marea roja seguirá extendiéndose hasta afectar también a Arousa, y puede que incluso a los polígonos de Ares-Betanzos.

Los análisis efectuados en el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) permiten concluir que se confirman uno a uno los pronósticos que se habían realizado hace días, cuando ya se advirtió del aumento de células en la boca de las rías –especialmente en la pontevedresa– y se explicó que todo esto obedece a un episodio completamente natural que se encuadra en los habituales afloramientos de primavera.

Suele ser habitual que por estas fechas o en abril se cierren bateas de mejillón a causa de la marea roja –a veces se prohíbe temporalmente la extracción en absolutamente todas ellas–, y eso es exactamente lo que está ocurriendo ahora, esta vez a causa de la acción de las toxinas lipofílicas, en las que destacan las diarreicas (DSP).

Hace días se había decretado ya la prohibición de extracción de mejillón en varios polígonos de la ría pontevedresa, tradicionalmente la más castigada por las biotoxinas y capaz de permanecer cerrada para el molusco durante prácticamente 300 días al año. Pero ayer se extendió la prohibición a todos ellos, de forma que permanecen inoperativos los ocho polígonos existentes en aguas de Pontevedra, como también sucede con cuatro de los doce polígonos bateeiros de mejillón de Vigo, elevándose a siete los afectados en esa ría.

En concreto, está prohibida la extracción del mejillón en los seis polígonos bateeiros de Cangas y en el Vigo A, pero todo indica que pronto pueden producirse cierres en alguno más, como también en los de Arousa, la ría más productiva y la que dispone de un mayor número de bateas.

Hasta ayer a las 14.35 horas

Pero los únicos cierres confirmados hasta ayer a las 14,35 horas son esos ocho antes aludidos en la ría de Pontevedra, los siete de Vigo y los que pesan sobre dos de los polígonos de Muros-Noia, el Baiona A y el Corme B. Teniendo en cuenta que en toda Galicia hay medio centenar de polígonos bateeiros (3.300 viveros flotantes), puede decirse que a día de ayer permanecían operativos algo más de la mitad, aunque la pregunta es por cuánto tiempo.

Dada la intensidad de este episodio no sería descabellado pensar que pudieran cerrarse muy pronto prácticamente todos, aunque cabe insistir en que el riesgo para la salud pública es inexistente, siempre y cuando se consuma molusco extraído, comercializado y adquirido por los cauces reglamentarios.

Para finalizar, conviene abundar en las explicaciones ofrecidas hace unos días respecto a la Myrionecta rubra o Messodinium rubrum, una microalga que concentrada por millones de unidades en cada litro de agua hace que las rías se tiñan de un tono rojizo, que es el que en realidad da nombre a las mareas rojas, como pudo constatarse hace días en aguas continentales, a la altura de la isla de Ons. Hay que insistir en que esa microalga no es tóxica, aunque de ella se nutren, y junto a ella avanzan, las células de toxina diarreica (DSP), que sí son tóxicas y que, a la postre, son las causantes de los actuales cierres de bateas de mejillón