Los análisis y la lectura de los acontecimientos diarios por parte del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) son concluyentes. El fitpoplancton portador de biotoxinas sigue su avance por la costa gallega, se sitúa ya a las puertas de las diferentes rías y va a provocar nuevos cierres de bateas, como los ya originados en Pontevedra.

Covadonga Salgado, la directora del centro analítico de referencia, confirma esta teoría y recalca que es un episodio "totalmente natural y controlado" que, como en otras ocasiones, resulta positivo, ya que la llegada de fitoplancton, aunque traiga consigo biotoxinas que provocan estos cierres, significa la llegada de alimento para que especies como el mejillón de batea pueda seguir creciendo.

"Es un episodio fuerte" que va a seguir avanzando y se prolongará durante semanas, incluso con la posibilidad de que pueda forzar el cierre de la mayoría de polígonos, como ocurre prácticamente todos los años.

"Hace un par de semanas los recuentos hablaban de 240 células por litro, la semana pasada estaban en 1.080 y ahora se encuentran en 3.120 células por litro", explica Covadonga Salgado refiriéndose a la ría de Pontevedra y empleando términos que permiten entender el imparable avance de las biotoxinas".

Cabe recordar que hace días se detectó entre Ons y la ría pontevedresa marea roja de la de verdad, es decir, una microalga que, efectivamente, tiñe el agua de tonos rojizos. No es tóxica. Pero sucede que de ella se nutren las células que sí son perjudiciales y se presentan como toxinas lipofílicas o diarreicas (DSP). Éstas avanzan y se introducen en las rías, provocando el cierre de bateas. No hay riesgo para la salud pública si el molusco es adquirido por los cauces legales.