El instituto de Secundaria de A Illa se queda como está, por lo menos hasta el año 2016, fecha en la que se estima que el centro quedaría desbordado por el número de matrículas. Esta es la conclusión del informe encargado por la Consellería de Educación a sus técnicos para conocer la situación del centro y que el delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, dio a conocer ayer a la comunidad escolar y al alcalde del municipio, José Manuel Vázquez.

Este informe asegura que el actual inmueble cumple "perfectamente" con las ratios que marca la Ley por lo que es innecesaria una ampliación, reclamación que demanda la comunidad escolar desde hace más de un año.

Sin embargo, desde la Consellería no se cierran las puertas a una futura ampliación, ya que este informe se completa con un estudio demográfico del municipio con el fin de conocer el número de posibles alumnos que tenga el centro en el futuro.

Las conclusiones del estudio indican que "el alumnado de la ESO se estancará en A Illa en los próximos años, llegando incluso a decrecer entre 2013 y 2015". Es a partir de este último año cuando se detecta un incremento de los posibles alumnos del IES y sería el momento de barajar la ampliación. De ahí que Cores Tourís le trasladase al alcalde "la necesidad de que el Concello comience a buscar los terrenos necesarios para ejecutar la obra, ya que tendrá que poner a disposición de la administración autonómica entre 1.500 y 2.000 metros cuadrados".

La Xunta también descarta ceder medio profesor, como reclama la comunidad escolar, no solo porque se cometería un agravio comparativo con otros centros en la misma situación que A Illa, sino porque las ratios indican que están dentro de la normativa. De todas formas, el delegado instó a la directiva del centro a solicitar el Programa de Reforzo Educativo (PROA), "que lleva dos años sin solicitar, lo que provocó que el centro perdiese un profesor para actividades de refuerzo de los alumnos". Lo que si se va a poner en marcha de inmediato es una solución a la clase que se encuentra encima de las gradas del pabellón, una caldera en la que es prácticamente imposible dar clase. Ese problema se va a solucionar con la mejora del climatizador y con la instalación de cortinas térmicas.

Los resultados del informe no satisfacen a los padres, que ya han convocado una asamblea para el próximo lunes para explicar de manera pormenorizada sus conclusiones. En esa asamblea se decidirá si continúan con las protestas, y todo apunta a que así será, ya que sus dos principales reivindicaciones a corto plazo, medio profesor más y desdoblamiento de Segundo de ESO, siguen sin cumplirse.