La laguna litoral de Bodeira, única en sus características en toda la provincia de Pontevedra, vuelve a lucir en todo su esplendor. La lluvia la ha recuperado por completo, y esto, unido a la espesura de los juncos, vuelve a favorecer la actividad de abundantes, variadas e importantes aves.

La focha común y el ánade real son, quizás, las dos especies más características de este enclave natural privilegiado, asentado en San Vicente y parte esencial del complejo intermareal Umia-O Grove, que goza de protección internacional gracias al convenio de Ramsar.

Como se explicó en otras ocasiones, el otoño es una época especialmente recomendada para la observación de las aves en O Grove, y la ornitología constituye una actividad en creciente expansión en la localidad.

Ambos aspectos tienen una significación especial en Bodeira, donde ayer, gracias al radiante sol, podía disfrutarse de imágenes realmente espectaculares mientras las aves se alimentaban o descansaban en este espacio.

La laguna Bodeira se presenta como una pequeña laguna costera formada por la progradación –proceso por el que el continente gana terreno al mar por deposición de materiales en la región costera– de una barra arenosa litoral.

Se trata de un espacio de gran belleza que cierra una antigua bahía y que está separado del mar por la playa y duna de A Mexilloeira.

Aclaran los expertos que "la alimentación de esta laguna se produce por aportes de agua de mar, que se incorporan al humedal a través de la playa y el sistema dunar y por aportes de agua dulce procedentes del acuífero cuaternario".