Juan Maneiro desmenuza la situación generada después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anulara la Orden de diciembre de 2008 que regulaba la descarga del mejillón en los puertos. Aquella decisión de la Consellería de Pesca que dirigía la socialista Carmen Gallego se consideró el paso previo a la imposición del control único en los muelles, pues el Consello Regulador do Mexillón de Galicia (CRMG) iba a ocuparse de ello, aunque represente solo a una parte del sector. La medida no gustó, de ahí que la asociación Virxe do Rosario presentara un recurso contencioso para anular aquella Orden, como posteriormente hizo otra agrupación. Ahora el TSXG les da la razón y la revoca.

– ¿Qué va a hacer Mar ante el fallo de TSXG?

– Es una sentencia que aplaudimos y estábamos esperando porque nos da la razón y anula aquella Orden del anterior gabinete que no gustaba a casi nadie. Y puedo añadir que esta Consellería no va a presentar recurso de casación.

– Esto supone que la Orden queda sin efectividad.

– Así es, aunque en realidad ya carecía de valor, porque cuando llegamos al Gobierno una de las primeras medidas que tomamos fue impedir que se obligara a los bateeiros a someterse al control único del Consello. Ahora hay dos sentencias y las dos concluyen que la Orden es nula de pleno derecho. Nuestros servicios jurídicos van a revisarla y después veremos qué hacer, pero insisto en que no vamos a recurrir el fallo del TSXG porque nos da la razón, pues nunca estuvimos de acuerdo con aquello que trató de imponer la anterior conselleira. En su momento veremos si hay que hacer otra Orden para regular las descargas o si basta con la que está en vigor tal y como la hemos aplicado.

– Su postura y la del anterior gabinete son muy diferentes en casi todo, pero en particular, en relación con el sector bateeiro.

– Así es, y la prueba está en la Lei de Pesca y en actuaciones como las derivadas de esta Orden ahora anulada. El bipartito quería imponer el control único en los muelles, a manos del Consello, y nosotros preferimos que fueran los bateeiros los que se responsabilizaran del producto.

– Para que se entienda. Lo que se hace es determinar quién puede elaborar las guías o documentos de control y transporte de producto, garantizando en ellos la mercancía descargada.

– Lo que estaba en discusión era quién iba a ejercer el control. Ellos querían que fuera el Consello y nosotros, insisto, entendemos que es cada asociación de productores, o en su caso cada bateeiro, el que debe responsabilizarse y el que puede emitir telemáticamente sus documentos de registro. Hacerlo de otro modo, como quería el anterior gobierno, era ir en contra de la libertad individual. El mejillonero es responsable de su producto y es el que debe garantizar que procede de una zona autorizada y cumple todas las condiciones. Es el bateeiro el que responde por su mercancía, por eso nunca entendimos que se intentara delegar obligatoriamente esa responsabilidad en beneficio de un órgano en concreto, en este caso el Consello. Las imposiciones nunca son buenas, y la mejor prueba, y la más reciente, es la Plataforma de Distribución del Mejillón Gallego. El sector aún está pagando las consecuencias.