A Illa no se resigna a seguir manteniendo el instituto en las condiciones en las que se encuentra. Así lo demostró ayer toda la comunidad escolar que se concentró en el patio del centro exigiendo a la Consellería de Educación que adopte, de manera urgente, las cuatro medidas "irrenunciables" que reclaman desde el pasado mes de agosto. No en vano, la comunidad escolar considera una "mala excusa" los argumentos que se utilizan por parte de la Consellería para no conceder el profesor y medio que se necesita para garantizar una educación de calidad y el desdoblamiento de segundo de la ESO.

Considerando que, tarde o temprano, los problemas que tiene el instituto de la ESO van a afectar a todas las familias del municipio, animan a todos sus vecinos a participar en la asamblea pública que se celebra el próximo sábado en la plaza de O Regueiro a partir de las 17 horas.

Esa asamblea pretende convertirse en un referéndum para decidir qué camino tomar en las movilizaciones para que los jóvenes de A Illa "puedan acceder a una educación pública, digna y de calidad". Insisten en que "nuestra intención es informar a todo el mundo de la situación, y sobre todo, que los responsables de Educación vean que todo el pueblo de A Illa, sin importar su color político, está unido en esta reclamación".

Además, ayer se remitió a Educación una carta en la que se solicita una entrevista urgente con el titular de la Consellería, Xesús Vázquez, ya que se trata "de la única persona con poder de decisión, remitirnos de nuevo al jefe territorial es una pérdida de tiempo, ya que solo se compromete a estudiarlo pero mantiene que no le corresponde a él solucionarlo", dicen.

Ayer, la comunidad escolar dio un paso más en sus protestas, concentrándose más de trescientas personas entre alumnos, profesores y padres en el patio del instituto durante una hora en la que se leyó un manifiesto censurando el "entierro" de la educación pública. Este fue el último paso de una serie de movilizaciones que comenzaron el pasado mes de agosto, cuando la comunidad escolar descubrió que se iban a hacer recortes en el profesorado y que no se autorizaba el desdoblamiento de varias clases para evitar una masificación en aulas mínimas.

Con el apoyo de los tres grupos políticos, los padres lograron reunirse con el jefe territorial de Educación, José Manuel Pérez Sande, al que se le plantearon cuatro medidas irrenunciables: crear aulas para el PCPI, un proyecto de ampliación del centro, el desdoblamiento de segundo de la ESO en tres clases y un profesor y medio a mayores. Solo se autorizó la creación de las aulas, para lo que hay que utilizar la casa del conserje y los departamentos de los profesores. La ampliación está en estudio y el resto se denegó.

Vista la experiencia del curso anterior y hartos de promesas incumplidas, los padres decidieron en asamblea realizar una huelga, dejando de acudir los alumnos al centro mientras la Consellería no adopte una resolución positiva.