El plan de preservación del burro "fariñeiro" (Equus asinus) que ha puesto en marcha el Concello de O Grove va a permitir que este mes lleguen a la isla de A Toxa los dos ejemplares que se habían prometido inicialmente, en atención a la propuesta formulada por el concejal de Medio Ambiente –el galeguista Alfredo Bea– y subvencionada por la Xunta, con aproximadamente 30.000 euros.

Hace unas semanas se explicó que en primera instancia iba a trasladarse a la isla meca una hembra ya preñada, y que el macho llegaría después. Pero finalmente se ha optado por alojar a los dos al mismo tiempo, aunque la burra se encuentre ya en estado de gestación.

Así lo confirmaron ayer desde el gobierno local, donde también aclaran que las obras de construcción del establo y del recinto exterior que deben ocupar estos animales están prácticamente finalizadas y a expensas tan solo de pequeños retoques u obras menores, como la conexión de la red de agua.

Es evidente que van a cumplirse los plazos establecidos por la Consellería de Medio Ambiente, que pidió al Concello que finalizara la introducción de los burros y justificara la inversión realizada antes del 30 de septiembre. Así va a ser, y desde entonces los dos ejemplares de Equus asinus van a poder ser visitados y observados en el monte de A Toxa.

Como avanzó FARO en su momento, es un proyecto que tiene diferentes objetivos. Quizás el principal sea contribuir a la preservación de esta especie de asnos pero también destaca su valor como aliciente turístico e incluso como valor cultural, ya que el papel de estos pollinos está muy ligado a A Toxa. Baste recordar la leyenda que habla de uno que sanó tras retozar en los fangos termales de la isla y probar sus aguas mineromedicinales. Y un animal, por cierto, del que escribió Emilia Pardo Bazán, de ahí que, como homenaje, a la burra que está a punto de llegar se le llame Emilia, bautizándose el macho como Pardo y reservándose Bazán como nombre para el burro que está a punto de nacer.

Hay que recordar que Alfredo Bea apostó por la introducción de los ejemplares de Equus asinus en la isla "porque después de la Guerra Civil había en España 1.200.000 ejemplares, pero hoy en día puede que solo queden alrededor de 50.000, de los que menos de 5.000 estarían en Galicia".

Así consta en el proyecto presentado a principios de año y aceptado este verano por la Consellería de Medio Ambiente. El mismo expediente en el que se explica que el burro "fariñeiro" es una especie en franca regresión, ya que la mecanización del campo hace innecesaria su utilización diaria, a pesar de tratarse de un animal que durante siglos formó parte de la vida diaria de los gallegos.

Lo que pretende ahora el Concello es "conservar este animal", que puede desaparecer por completo "si la sociedad grovense y las nuevas generaciones, en particular, carecen de contacto directo con estos burros y no tienen información sobre las múltiples ocupaciones de la especie en beneficio del ser humano".

El recinto que van a ocupar en A Toxa es "una zona vallada con pivotes de madera, con una extensión aproximada de 500 metros lineales. En su interior hay dos refugios igualmente confeccionados en madera y con cuatro metros de profundidad por cinco".