Años de reivindicaciones parecen haber logrado el objetivo que venía persiguiendo la Cofradía de A Illa para proteger el islote Areoso, uno de sus bancos marisqueros más importantes. Desde la Consellería de Medio Rural se le ha comunicado verbalmente al pósito que dirige Manuel Ángel Iglesias que se van a acometer una serie de medidas de protección para evitar que durante el verano, las embarcaciones de recreo tomen el islote y dañen tanto el banco marisquero como la amplia riqueza natural que existe en esa pequeña lengua de arena que está enclavada en el centro de la ría de Arousa.

Esas medidas de protección pasan por colocar una serie de boyas a una distancia de entre 100 y 150 metros del islote, donde deben amarrar los catamaranes de pasajeros y las embarcaciones de la séptima lista. Desde esa zona solo se podrá acercarse al islote en una lancha tipo zódiac que apenas cause impacto en los bancos marisqueros o en la playa. A los catamaranes se les pondrá una limitación de 50 personas, limitación que no existirá para las embarcaciones de la séptima lista, aunque como apunta Juan Manuel Rial Millán, vicepatrón de A Illa, "la medida va a conseguir que se reduzca de forma considerable la presencia de bañistas en la zona". También estará prohibida la presencia de embarcaciones de la tercera lista en fin de semana y fuera de sus horarios de trabajo.

Las boyas, que están siendo instaladas por la Cofradía de A Illa, se van a ubicar fuera de las zonas en las que acostumbran a trabajar los socios del pósito para garantizar la pervivencia de sus bancos marisqueros.

La vigilancia del islote será asumida por la propia cofradía de A Illa y por la Consellería de Medio Rural. Así, el pósito pondrá a disposición de los vigilantes una embarcación para trasladarlos a la zona y controlar si se está cometiendo algún tipo de infracción para sancionarla.

Las medidas coinciden en gran parte con las que se plantearon en las sucesivas reuniones que se celebraron entre Medio Rural, Cofradía y Concello de A Illa, donde acabaron perfilando cuestiones como el boyado de toda la zona para evitar el acercamiento de las embarcaciones.

Con estas medidas se pretende acabar con lo que el islote viene sufriendo desde hace años y que ha provocado que sufra una importante degradación no solo de su superficie, sino también de sus fondos marinos: la masificación durante el verano. Tanto Cofradía como Concello consideraban de "máxima urgencia" adoptar este tipo de medidas que impidiesen que cientos de personas accediesen al islote dañando toda la producción marisquera y poniendo en riesgo la pervivencia del espacio dunar y de las especies que en el habitan.

Gran biodiversidad

Todo el entorno de Areoso posee una importante riqueza natural, especialmente en lo que respecta a especies con un alto valor comercial. No en vano, se trata de una de las concesiones más productivas de la Cofradía de A Illa de Arousa, junto con O Bao, donde los marineros de ese pósito extraen bivalvos como babosa, fina, roja o navaja.

El gran problema con el que se encontraba el pósito era la gran mortandad que causaba la presencia de embarcaciones en la zona.

La falta de un amarre adecuado provocaba que las lanchas de recreo y los catamaranes varasen en el espacio dunar, causando con sus hélices el desprendimiento de la cría de almeja (el verano coincide con el desove de la principal especie que explotan), lo que acababa mermando la productividad cuando el pósito decidía abrir la concesión para sus socios.

Con estas medidas, que se esperan aplicar este mismo verano, desde el pósito se considera que se va a mejorar el rendimiento de este banco marisquero natural. Además, también creen que se va a reducir de forma considerable el número de personas que se acerquen al islote, lo que permite salvaguardar el importante espacio dunar que en el se encuentra.