Conservera de Rianxo, la firma del grupo Cortizo que fue acusada de haber enlatado mejillón chileno como si fuera gallego, niega rotundamente cualquier fraude en el etiquetado.

Para matizar los criterios y acusaciones del Consello Regulador Mexillón de Galicia y de su presidente, Francisco Alcalde, pues aseguraban el martes que "la empresa reconoce la presencia de mejillón foráneo publicitado como gallego", la firma conservera indica que "es imposible reconocer cualquier actividad delictiva o irregular porque no la hemos cometido y en ningún momento actuamos de mala fe".

Como había avanzado FARO el 11 de febrero al explicar que una organización bateeira iba a denunciar a una conservera, se trataba supuestamente de una operación comercial según la cual se utilizaría mejillón chileno al que se pondría la etiqueta de gallego. Y como también adelantó este periódico –el 9 de marzo–, aquellas denuncias no sentaron nada bien en el sector, por eso se pedía al Consello Regulador que rectificara y pidiera perdón, e incluso se barajaba ya la posibilidad de que se retirara la querella presentada en el Juzgado de Padrón.

Cuando se anunció aquello ya existían negociaciones entre el Consello y la conservera, que en teoría deberían verse las caras hoy mismo, en el juzgado padronés, para empezar a discutir la querella.

Pero transcurridas tres semanas, el Consello Regulador confirmaba oficialmente el martes la retirada de esa denuncia judicial. Lo hizo argumentando, en palabras de su presidente, que la conservera habría reconocido la irregularidad denunciada.

"Esto es absolutamente falso", espeta el gerente de Conservera de Rianxo, Ignacio Rodríguez, quien lamentaba que Francisco Alcalde y su equipo "no contactaran" con la empresa para aclarar lo sucedido antes de denunciar el presunto fraude ante los medios de comunicación, pues entiende que se habría aclarado todo y se habría evitado la campaña mediática orquestada para atacar a la conservera y alabar al Consello, la cual puede dañar tanto la imagen del sector transformador como la del propio mejillón.

Esos contactos que no se produjeron en primera instancia y sí se realizaron tras airearse la denuncia, sirvieron "para dejar claro que no hicimos nada fraudulento, y la mejor prueba de ello es que el Consello retiró la querella", dice la empresa.

Por una simple cuestión de lógica y coherencia, en la conservera apostillan que "si hubiéramos reconocido el fraude no tendría sentido que el Consello retirara su denuncia".

Dicho esto, el gerente de la industria incide en que "no reconocemos nada, sino que nos brindamos a colaborar para promocionar el mejillón gallego y ver qué pasó con esas latas de nuestro producto que analizó el Consello y que supuestamente eran de producto foráneo".

A esto se añade que "el Consello pudo comprobar que nunca existió intención fraudulenta alguna por nuestra parte", y a modo de conclusión el gerente de la empresa de Rianxo asegura que su grupo se comprometió "a buscar una explicación a lo ocurrido, pero nada más, y desde luego nunca reconocimos nada fraudulento".

Lo cierto es que si bien el Consello dice que la conservera reconoce un presunto envasado irregular, se aferra para argumentarlo a una especie de convenio de colaboración en el cual lo único que hace realmente la factoría rianxeira es decir que está "orientada a la calidad", que su volumen de negocio con el mejillón como protagonista es insignificante (0,6%) y que "reconoce a la DOP como mención única para hacer referencia al origen del mejillón cultivado".

Así pues, el único acuerdo o compromiso por ambas partes que se deriva de ese convenio es que se realizarán inspecciones para esclarecer lo ocurrido, pero nada más. Por tanto, quedan en el aire diversas preguntas que ayer se planteaba el propio sector bateeiro, como por ejemplo por qué se atacó a esta conservera acusándola de fraude sin haber analizado la situación con sus representantes como paso previo a la denuncia. En este sentido, algunos dirigentes indican que "si había tanta certeza de fraude como indicaba Francisco Alcalde, tendrían que seguir adelante con la querella".

También hay que destacar que la conservera rianxeira apenas produce mejillón, pues su facturación por las latas de este molusco apenas llega al 0,6% del total al cabo de un año, y de hecho lleva meses sin trabajar este producto.

Por si esto fuera poco, los representantes de Conservera Rianxeira aseguran que el año pasado ya se ofrecieron a colaborar para potenciar el mejillón gallego y a formar parte del Consello Regulador, que es el órgano encargado de desarrollar el reglamento de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mejillón de Galicia, el mismo reglamento que fue paralizado por el Tribunal Superior porque en su articulado no se ha tenido en cuenta al sector transformador (conserveras y cocederos).