La Asociación de Nais e Pais de Alumnos, Anpa, del colegio público Arealonga, en Vilagarcía de Arousa, denuncia que las deficiencias estructurales que presenta el viejo centro educativo están afectando a la salud de los niños y de sus profesores. El presidente del colectivo, Diego Alcaine, puso de manifiesto que los padres llevan años dirigiéndose a la delegación provincial de Educación para que se lleven a cabo obras de mejora de las instalaciones sin que se tengan en cuenta sus reivindicaciones.

Con el inicio del curso escolar, en el mes de septiembre, la nueva directiva de la Anpa remitió otro escrito a la Administración educativa indicando los problemas que existen en el centro escolar. El escrito fue acompañado por una gráfica de temperaturas que se habían registrado en las aulas durante el período escolar anterior para demostrar el problema de falta de aislamiento térmico existente en la escuela.

Los padres solicitaron también una entrevista con el jefe territorial de Educación, César Pérez Ares, pero continúan esperando desde septiembre hasta la fecha a que el responsable educativo fije una fecha para la reunión o la visita al centro educativo con el fin de comprobar los problemas denunciados.

"El colegio Arealonga es uno de los más viejos del municipio y lleva muchos años sin que la Administración educativa invierta dinero en mejorar sus instalaciones. Muchos de los padres de los niños que actualmente están en el colegio fueron alumnos de este centro hace veinte años y dicen que está igual porque no se hicieron obras de adaptación. Así, el estado de los baños es deplorable, hay ventanas que cierran mal y que filtran el frío, los falsos techos están en mal estado y algunos amenazan con caer sobre las cabezas de los niños, y el sistema eléctrico también es deficiente", declaró Diego Alcaine.

Según el representante de los padres, la instalación de electricidad es la misma, prolongándose en la medida en que se necesitaba dar servicio a otras ampliaciones del colegio. Esto trajo como consecuencia que ahora si en algún aula se enchufa un radiador eléctrico o algún otro aparato un poco potente, automáticamente se va la luz en todo el colegio.

La calefacción es a gasóleo y está funcionando pero el calor que produce es insuficiente para ambientar las todas las aulas. Las clases que están orientadas hacia el sol no tienen problemas, pero las que están situadas mirando hacia el pabellón de deportes no reciben la luz solar y son las que registran las temperaturas más bajas. En los días de invierno en estas aulas se registran temperaturas de entre 6 y 8º, dependiendo de la jornada, cuando la temperatura recomendada para los centros educativos ronda los 15º. Los niños y los profesores tienen que estar en clase con abrigos para no congelarse y aún así muchas veces no son capaces de concentrarse de lo mal que lo pasan en los días de más frío. Los padres reclaman que se lleven a cabo trabajos de aislamiento térmico en estas aulas para que conserven el calor que reciben a través de los radiadores. Esta es la obra más urgente que demandan porque en el invierno se producen muchas bajas de alumnos y personal docente por enfermedad. Pero también piden que reformen los viejos cuartos de baño y mejoren la instalación eléctrica, entre otras actuaciones.